El espíritu de las leyes

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Luis Tabares Agudelo

Luis Tabares Agudelo

Columna: Opinión

e-mail: tabaresluis@coruniamericana.edu.co


La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual que nació a mediados del siglo XVIII y duró hasta los primeros años del siglo XIX. Especialmente en Francia, Inglaterra y Alemania e inspiró profundos cambios culturales y sociales, con el más emblemático y dramático: La Revolución Francesa.

A su vez, en Francia, surgió con discusiones políticas, morales, religiosas y duras críticas al rey Luis XV por parte de Charles de Secondat, más conocido como: Montesquieu.

Montesquieu, nació el 18 de enero de 1689 en Burdeos (Francia). Abogado, orador y reacio opositor a los modelos de gobierno despóticos y consideraba caducas algunas formas e instituciones de las monarquías absolutas.

No obstante, siempre tuvo la visión del equilibrio de poderes -Legislativo, Ejecutivo y Judicial- que fue determinante para todo lo ocurrido en la Revolución Francesa permitiendo acabar con el absolutismo monárquico y en el cual tienen bases las democracias actuales.

Así las cosas, de Montesquieu con su libro El Espíritu de las Leyes hay que decir que es actualmente de carácter obligatorio su lectura por parte de los estudiantes de la carrera de derecho y considerado como uno de los principales pensadores y escritores más importantes de la historia de la humanidad.

En realidad, trató de explicar los aspectos que rigen a las sociedades como un acontecimiento de muchas combinaciones de factores climáticos, geográficos, históricos, humanos,  políticos, sociales y religiosos constituyéndose como el primer filósofo moderno que reflexiona sobre la relación entre el sistema político y su entorno.

Para él la mejor forma de gobierno era la república bajo el sistema de democracia con separación de poderes con un Legislativo electo por el pueblo con la función de crear las leyes y hacer control político sobre el poder Ejecutivo; la cual -así lo afirmó- “es capaz de generar libertad e igualdad entre sus gobernados dado que el pueblo tiene el poder soberano”.

En efecto, en su libro El Espíritu de las Leyes escribió todo un capítulo al que llamó “De las Leyes con Relación al Clima”; al cual atribuye  influencia en las personas y por lo tanto las leyes deben ser debatidas y aplicadas de acuerdo a este.

“Sí es cierto que el carácter del alma y las pasiones del corazón presentan diferencias en los diversos climas, las leyes deben estar en relación con estas diferencias”

Su idea principal de este capítulo lo basó en que “Los hombres son muy diferentes en los diversos climas”:

“El aire frío contrae las extremidades de las fibras exteriores de nuestro cuerpo: esto aumenta su elasticidad y favorece la vuelta de la sangre desde las extremidades hacia el corazón… aumentando su fuerza. El calor, al contrario, afloja las extremidades desde las fibras y las alarga, disminuyendo su fuerza y elasticidad”.

“Resulta, pues, que en los climas fríos se tiene más vigor. Se realizan con más regularidad la acción del corazón… todo esto hace que el hombre tenga más confianza en si mismo, estos es más voluntad, más conocimiento, menos rencor, menos deseo de venganza, menos astucias, más fineza y más franqueza. Quiere decir esto que la variedad de climas forma caracteres diferentes”.

En síntesis, ahora comprendo la propuesta con la que los comerciantes del país creen que se puede reactivar la economía: no tener un salario mínimo a nivel nacional, sino que haya una diferencia de acuerdo con la competitividad y productividad de cada región -¿clima?-

Carlos Luis de Secondat, barón de la Brède y de Montesquieu murió el 10 de febrero de 1755.  Paz en su tumba.