Elecciones: una oportunidad para castigar a ineptos, corruptos y delincuentes

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Noriega

José Noriega

Columna: Opinión

e-mail: jmartinnoriega@hotmail.com



Estamos a pocas horas de que se desarrolle otro proceso electoral en Colombia y, -como siempre-, aparecen los adalides de la democracia para enrostrarnos que celebrar procesos democráticos no es sino la cúspide de la madurez que el pueblo ha alcanzado y ello somos la más sólida democracia del vecindario, entorno social que por cierto se ha desdibujado tanto como consecuencia de la cobardía y pusilanimidad de quienes han preferido pasar de agache antes que enfrentar al sátrapa y castigarlo sacándolo a escobazos, como se lo merecen los dictadorzuelos que últimamente se han incubado por esta comarca, a partir del momento en que el ex emperador…cito aspiró a un segundo periodo y miren todo lo que seguimos padeciendo.

En estas elecciones se requiere estar atento y evitar equivocaciones que nos sigan enterrando en esta debacle social en donde nos encontramos de manera ignominiosa sumidos en la incertidumbre y la desesperanza, todo ello porque nos hemos dejado deslumbrar por tanto falso profeta que creyéndose mesías ha cacareado por todos lados que solamente ellos son los capaces de redireccionar el rumbo de nuestras aldeas regionales y con fundamento en ello han resultado elegidos sin hacer ni tener méritos y sencillamente se han encargado de calumniar a quienes le han precedido en el pasado próximo y ha sido tanto el carretazo que muchos inmaduros e insensatos se han plegado a sus fantasías democráticas y hoy seguimos padeciendo esas burdas y protervas falacias sobre las cuales han construido sus falsas ejecutorias.

Primero hablemos de los ineptos, esa caterva de mitómanos que con tal de seguir mandando terminan cayendo en ridiculeces y estupideces cuyo propósito es baratija social y payasadas políticas sobre las cuales intentan convencer a todos, equivocándose de cabo a rabo, porque esa masa amorfa e iletrada sobre la que han construido su castillo de mentiras y comportamientos preñados de sandeces que, vaya uno a saber, terminan siendo carroña social.

Siguiendo con los corruptos, que entre el diablo y escoja dentro de esta inmensa galería que tenemos para mostrar, y que sea este el momento y la oportunidad para sacarlos a sombrerazos, a todos estos especímenes rastreros que a través del tiempo se han lucrado y derivado inmensos beneficios personales y familiares, independientemente de que en su estrecha capacidad intelectual sigan a creyendo que los demás solo somos un rebaño al que se puede engañar de manera permanente, como lo han hecho hasta ahora, con la educación, la salud, entre otros, sobre lo que se han robado esta vida y la otra y quieren seguir haciéndolo mostrándose como estadistas, cuando ellos saben quiénes son, cucarachos de un mismo calabazo, ratas de una misma alcantarilla, quienes el domingo habrán de salir corriendo, porque el pueblo que vota, se hastió de tanto sinvergüenza disfrazado que quiere seguir esquilmando al pueblo y raponearle sus ilusiones, al punto que ha decidido ponerle fin a tanto cleptócrata mentiroso.

Y de los delincuentes ni hablar, nuestra tierra, como tantas otras, está preñada y plagada de una constelación de crápulas sociales que se han pasado su vida inmersos en los cargos en donde han estado y se han dedicado a despedazar los presupuestos públicos y llenado sus alforjas de manera descarada, sin un ápice de vergüenza, por cuanto el delincuente termina por creer que está haciendo lo correcto y roba, mientras la población sigue creyendo que de verdad esos personajes buscan la reivindicación de sus necesidades insatisfechas, al punto situación, por cuanto algunos terminan su período, cuando lo terminan, y después vuelven, ellos mismos o en cuerpo ajeno, con el trillado argumento de continuar las obras, un puesto de salud inconcluso, unos parques de bolsillo, una universidad a la que no le han dado un centavo en 8 años, cosas evidentes que saltan a la vista del común pero ellos, gobernantes delincuentes se creen inmune a la justicia y se la han puesto de ruana, han jugado con ella y para ello han dispuesto de toda la parafernalia administrativa para estar donde están hoy en día, haciéndole el quite a las autoridades que deben actuar pronto, con eficacia y eficiencia, habida cuenta que esta situación no puede continuar de manera permanente, mientras el pueblo sucumbe y es presa fácil de la voracidad de estos delincuentes que se disfrazan de gobernantes para seguir atesorando riquezas.

Así que este domingo hay que salir a votar por los mejores, no por esos ventrílocuos que en lugar de querer hacerse elegir deberían ponerse a disposición de las autoridades y empezar a exculpar sus comportamientos falaces y delincuenciales, advirtiendo que el pueblo se ha quitado la venda de los ojos y votará por otros, limpios y transparentes.