Los mercados de Cartagena

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Tuto Santos Araújo

Tuto Santos Araújo

Columna: La Columna de Tuto

e-mail: tutinoaugusto@yahoo.es



Es una noticia que no deja de ser desconcertante, que no deja de estremecer el alma, una noticia que uno repudia en todos los términos. Resulta que aparecieron en una bodega en Cartagena, 14.000 mercados podridos que compró la Gobernación de Bolívar hace más de tres años, destinados a los damnificados del invierno y los cuales nunca se entregaron.

Y los colombianos nos preguntamos ¿cómo es posible que esto haya sucedido?, ¿quién responde por semejante descuido? Con tanta hambre y miseria que se ve en la ciudad amurallada, y se pierden miles de mercados, sólo por la vanidad del poder. ¡Sí!, se puede explicar desde esa órbita, un gobernador no entrega los alimentos porque lo compró el anterior. Y con tanta hambre en la Cartagena esclavista y ostentosa.

Porque debemos ser realistas: Cartagena no sólo es la ciudad del Castillo San Felipe, del reinado de belleza ni de las islas como Barú, ni donde pasan diciembre nuestros personajes famosos, el de los matrimonios costosos y de los ilustres visitantes del Jet- Set nacional e internacional ni la que sale en las principales revistas de turismo.

Es como lo retrató el escritor Óscar Collazos en su libro "Rencor" una ciudad de enormes diferencias sociales, donde el racismo aún impera y en el cual la pobreza se nota en todos los poros. Claro es no lo ven los turistas, ellos sólo conocen una parte.

Lo de los 14.000 mercados podridos es inaudito. Refleja insensibilidad social en nuestros rectores de la política, donde unos pocos se quieren ver favorecidos. Con tanta hambre que pasan miles de compatriotas, esto es una ignominia. ¡Sin palabras!

Ñapa 1. Me quito el sombrero y me lleno de aplausos con los habitantes de Pescaíto, quien a través de una tutela se cansaron de la falta de respeto de la pomposa Metroagua, y también mis felicitaciones a la jueza, Olmis Cenelia Cotes Rodríguez, que dio plazo de 48 horas a la empresa para que ejecuten los trabajos que corrijan el derrame de las aguas negras.

Durante meses a los habitantes les ha tocado convivir con podredumbres, algo denigrante en pleno silgo veintiuno. ¿Será que la empresa no sabe lo qué es calidad de vida?

Ñapa 2. El mensaje que le envió un funcionario de la Federación de Fútbol al «Bolillo» Gómez, en el que expresa en forma de chiste de que el entrenador fue capturado por terrorista al llevar once petardos, es una falta de respeto contra él y los jugadores del equipo. No es ningún chiste, es reflejo de la intolerancia que persiste en Colombia.



Más Noticias de esta sección