¡Persecución religiosa!

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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Horroroso, espeluznante, resulto lo que observamos en televisión, la matanza de creyentes religiosos, perpetrada por otro grupo religioso en el país de Sri Lanka (Asia), con resultados nefastos, 359 muertos y más de 450 heridos; en nación donde su subsisten 4 identidades religiosas: el budismo con el 70%, el hinduismo 12%, el islamismo 10% y el cristianismo con un 7%. Preguntamos ¿Qué paso allí? Sin duda alguna, persecución e intolerancia religiosa; retaliaciones, una agresión violenta, bastante violenta, por motivos religiosos.

Hace algunos años abordamos este tema; en esa oportunidad dialogaba con un árabe chiita, tocamos el tema religioso y de derechos fundamentales en Colombia y en Arabia; le dije que respetaba la práctica de su creencia pero que no la compartiría, me miró algo indispuesto.

Nos tratan de infieles a quienes profesamos otros cultos diferentes al islam. Resulta que el árabe a quien llamare Mustafá, conocía a dos musulmanes, amigos de mi papá, uno chiita y el otro sunita; replico, su papá dialoga con los dos, eso no puede ser; le respondí si, el señor Jorge, mi padre con los dos mantiene amistad conociendo las diferencias de sus cultos; el señor Chemil es chiita y el señor Amín sunita; tanto mi padre como yo respetamos la libertad religiosa, esto sorprendió grandemente a Mustafá, finalmente nos despedimos amistosamente.

El tema que trataremos, la intolerancia religiosa se acentúa, rayando y atentando contra los derechos del semejante, exhibe la violación de los derechos a la libertad de expresión, convicción y libertad de cultos señalados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Bajo la intolerancia religiosa, la historia nos muestra grandes crímenes y masacres, mayores que la de Sri Lanka, que de ningún modo se deben justificar y tolerar; los casos están, el genocidio indígena en América, el judío en Europa, la masacre de cristianos en países islámicos.

Las guerras religiosas tuvieron un fuerte contenido de odio e intolerancia. De allí que la intolerancia religiosa, no sea sino una manera de violar los derechos humanos, bajo el amparo de fundamentos religiosos o de una fe determinada. Es cierto que podemos llegar a estar de acuerdo con determinadas situaciones, pero cuando nos referimos a la religión, precisamente en ese tema no nos podemos entender y surgirá el conflicto, la contienda. Lo mejor que puede ocurrir es que uno le diga al otro, paremos el tema, seamos amigos y respetemos lo que profesamos.

Bajo el precepto constitucional que sustenta la libertad religiosa, corresponde al Estado colombiano, la promoción del tema. La libertad religiosa y la libertad de expresión, derechos, tienen un común denominador, decidir que se quiere profesar con convicción; pero, han sido limitados, cercenados en muchos casos; en otros dirigidos, mediante presión.

Existen países donde no se practica otra religión, por el miedo a ser perseguido, atacado y muerto; allí no existe tolerancia religiosa; ignorándose el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; la libertad de religión, aunque estas naciones pertenecen a la ONU. Actualmente en el mundo, los Estados, salvo pocas excepciones en sus Constituciones Políticas, establecen como derecho fundamental la libertad religiosa evidenciando la dignidad de la persona. Resumiendo, ya que de este tema hay mucho que hablar y escribir, si practicamos la tolerancia religiosa, donde estemos, encontraremos sin duda alguna menos conflictos religiosos.


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