XAVI, ese pequeño gigante

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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Cada cierto tiempo, digamos que cada diez años, aparece un rey del futbol: sucesivamente, Diestéfano, Pelé, Cruyff, Maradona, Ronaldinho, Zidane y Messi.

Desde luego, hay competidores soberbios, pero solo uno reina. El listado de challengers fenomenales es interminable: Puskas, Garrincha, Beckembauer, Dino Zoff, Ronaldinho, Romario, Cristiano Ronaldo, Iniesta, Buffon, etc. Ninguno de estos genios juega solo: ellos requieren de complementos específicos para desarrollar su juego y contundencia. Incluso, necesitan un director capaz de armonizar el potencial individual de cada futbolista con lo colectivo.

Menos frecuente es reunir en un mismo equipo a varios jugadores formidables de características parecidas y complementarias, de nivel equivalente al de las estrellas. Por ejemplo, en el Barcelona se juntaron 4 gigantes, de pequeña estatura para el actual biotipo deportivo, pero de condiciones insuperables: Andrés Iniesta (1,71), Xavi Hernández (1,70), Dani Alves (1,72) y Lionel Messi (1,70). En la base de ese Barça estaban los españoles Piqué, Puyol, Busquets y Pedro Rodríguez, además de algunos extranjeros que pasaron por la nómina catalana en esos tiempos: Ibrahimovic, Rafa Márquez, Eto´o, Henry, Yaya Touré, Abidal y Keita, entre otros. De lujo.

Y si un entrenador fuera de serie como Pep Guardiola dirige a esos genios con una misma filosofía y estilo de juego, tendremos una banda competitiva y triunfal, como ese blaugrana que atrapó todos los títulos posibles de la temporada 2009-2010 y reinó impasible durante varios años. Allí brilló con luz propia Xavi Hernández. Delgado y de apariencia frágil, este canterano inicia como centro delantero, puesto para él difícil de sostener; pasa al medio para armar, pasar el balón y posicionar a sus compañeros para anotar. Recupera balones sin ser su punto fuerte; Xavi era el GPS del mejor club de futbol de todos los tiempos. Inteligente, no es el de gambetas exquisitas o goles numerosos, tampoco es un velocista ni goza de gran fortaleza física. Simplemente, es el del pase impredecible, el que rompe las defensas rivales con movimientos inesperados, pivoteo o lanzamientos sorprendentes. Con gran visión periférica, el que destroza la presión contraria, el permanente surtidor de balones con repertorio ilimitado. Su precisión en pases siempre supero el 90%. Técnica refinada, fantástica protección y control del balón, capaz de tirar paredes y desmarcarse sin perder precisión. Estupendo lanzador de balones quietos, sean tiros libres o de esquina.

Debuta con gol ante el Mallorca en 1998, en la temporada 1999-2000 se consolida como titular ante la lesión de su compañero Pep Guardiola, quien después como técnico le potenciaría a sus máximos niveles. En 2005, Xavi recibe las navidades recuperándose de la lesión más temida en el fútbol: la ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla dominante, la derecha en su caso. Gracias a su fortaleza mental, se recupera sin limitaciones posteriores, y alcanza sus máximas alturas, basado en la filosofía culé de entender el balompié. En su carrera fueron decisivos compañeros de la categoría de Ronaldinho, Deco, Iniesta y un chico argentino que ya despuntaba estelar: Lionel Messi. Debido a su categoría, liderazgo y caballerosidad, obtuvo el cintillo de capitán de campo.

Era obligado su paso a las selecciones españolas, donde también se destacó en todas las categorías, desde las juveniles hasta la absoluta. África fue terreno fértil para el futbol español, que se titula campeón del mundo con la Sub 20 en Nigeria, base de la formación que ganaría el Mundial en Suráfrica 2010, y Olímpico en Sydney 2000 durante la hegemonía ibérica, confirmada con las Eurocopas de 2008 y 2012. Xavi dijo presente todas las veces. Siempre culé, se retira con honores del Camp Nou como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, para quemar sus últimos cartuchos en el Al Sadd de Qatar. Veintiún títulos nacionales, 5 títulos son las selecciones, y 8 internacionales con el Barcelona, 25 distinciones (nunca ganó el Balón de Oro que mereció; eran los tiempos de Messi y Cristiano Ronaldo). Propietario de varios records en la Liga Española, en el Barcelona y la Selección Nacional, 106 goles oficiales y 210 asistencias en 861 juegos, se retira del gramado para continuar técnico en un país en dónde nadie se acuesta jugador y amanece profe. No. Allá la formación es larga y difícil, pero Xavi desde el banco continuará la célebre filosofía culé. Éxitos, crack.