Grandes inventos – 4

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



La evolución de las sociedades humanas fue muy lenta hasta cuando apareció en escena la máquina a vapor. En el intermedio, la imprenta, proveniente de la China, masificaba el conocimiento en la Europa postmedieval; se produjo la primera revolución cultural.
Se imprimieron libros y textos que antes solo se hacían a mano en conventos y cortes: el común de la gente no tenía acceso al conocimiento escrito, pero con esta invención se abarató el costo de los impresos. La primera gran democratización de conocimiento. La historia muestra varias invenciones fundamentales para el avance de las sociedades, en la comodidad, el confort y la mejoría en las expectativas de salud y vida: la máquina a vapor, la electricidad, el telégrafo, el transistor, el motor a combustión, el avión, internet y, en el campo de la salud, la anestesia, la penicilina y los rayos X.

En la gélida Escocia, James Watt desarrolla la primera máquina a vapor útil y funcional, quizás a partir de la creación de Eduard Somerset y los aportes previos de Thomas Savery y Thomas Newcomen. El uso para desatascar minas de carbón abarató el uso del mineral, y la aplicación en maquinarias textiles dio inicio a la llamada Revolución Industrial. En el siglo XIX, el autodidacta inglés Michael Faraday desarrolla el primer motor eléctrico, basándose en el electromagnetismo.

Este desarrollo permite la generación eléctrica que hoy alimenta la iluminación y es fuente para la gran industria. Este brillante científico trabajó en la electrólisis, base de la electroquímica; igualmente, creó la llamada Jaula de Faraday, que protege de las descargas eléctricas y es necesario para proteger hornos de microondas, escáneres, ascensores o automóviles.

Los finales del siglo XIX reciben en Alemania dos desarrollos importantes para el mundo: el motor de cuatro tiempos a gasolina, inventado por Nikolaus August Otto en 1876 y empezado a usar por Karl Benz 10 años después para fabricar automóviles. Hacia 1893, Rudolph Diesel presenta en sociedad su motor térmico que funciona con ACPM de un modo diferente al anterior.

Ambos motores hicieron posible el salto cuántico de la movilidad. Los motores se aplicaron a los automóviles, pero también a los primeros aviones, trenes y demás artefactos de uso público y militar como autobuses, taxis, carros de guerras, barcos y submarinos, motocicletas que inicialmente y hasta hace no mucho usaron motores de 2 tiempos, desarrollado por Douglas Clerk.

Obviamente, el neumático fue clave en el desarrollo del automovilismo; nuevamente, Escocia hace su aporte: John Dunlop fabrica la primera cámara de aire para ser usada en las llantas de los vehículos. La vulcanización, desarrollada en Estados Unidos por Charles Goodyear y Nathaniel Hayward en Estados Unidos, Freidrich Ludersdolf en Alemania y Thomas Hancock en el Reino Unido, mejoró la duración y la comodidad en las precarias vías de entonces, y redujo significativamente los niveles de ruido de los coches.

Si bien hubo desarrollos previos importantes, es el norteamericano Samuel Morse quien fabrica el primer telégrafo útil. Tan importante fue este invento que por muchos años las comunicaciones, basadas en electricidad, fueron realizadas con este aparato y un alfabeto para escribir y leer los mensajes. Todos conocemos que Gabriel García Márquez es conocido como el “hijo del telegrafista” de Aracataca.

El primer teléfono lo produce el florentino Antonio Meucci en 1854, quien por falta de dinero no pudo patentar su invento. En 1876, Graham Bell presenta dicha patente. Meucci demanda, y después un juez y el Secretario de Estado reconocen al italiano como el verdadero inventor. Este nunca pudo disfrutar de los beneficios económicos. En 2002, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos honra la vida y trabajo del italiano, reconociendo la autoría en la invención del teléfono. La justicia no solo tardó, sino que vino a rastras.

Surcando los aires desde inicios del siglo XX, el avión cambió la forma del transporte. Desde 1899, los hermanos Wright trabajaron febrilmente en crear un aparato más pesado que el aire capaz de remontarse a los aires y volar. En 1903, por primera vez un avión se eleva del piso y vuela unos cuantos metros; posteriores desarrollos permitirían a la primitiva aeronave permanecer en el aire, y ser controlada a voluntad del piloto. El ingeniero brasilero Alberto Santos Dumont disputa con los estadounidenses la creación del primer avión.