Grandes inventos - I

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Gracias a las invenciones, desarrollos y descubrimientos, la raza humana ha podido sobrevivir y llegar a su condición actual, favorable para nosotros como los mayores depredadores de la historia, pero adversa para otras especies y funesta para el planeta. Por egoísmo, afán de lucro, placer y comodidad la Tierra agoniza. Está claro, sin embargo, que sin esos inventos la raza humana habría evolucionado lentamente y tal vez estuviera en equilibrio con el entorno.

Los primeros homínidos, surgidos hace unos 4 millones de años en el África, tuvieron que desarrollar destrezas para sobrevivir. El homo hábilis usó inicialmente palos y piedras para cazar en manada y obtener su alimentación. Fue capaz de tallar piedras y huesos para mejorarlas, haciendo más eficiente la cacería. El homo erectus, con un cerebro más desarrollado, emplea mejor sus manos; posiblemente tenía un lenguaje más estructurado y mejor comunicación, finas expresiones en su sonrisa y movimiento de los ojos, según los científicos. Ya usaba las pieles de los animales abatidos para abrigarse y el fuego el calor y la preparación de alimentos. Inventaron cabañas primitivas y colchones para vivir y dormir con mayor confort. Descubrieron los pigmentos ocres y los usaron como pinturas en las paredes de sus cuevas a modo de arte primitivo. Ya tenían normas de vida comunitaria.

El homo sapiens, sucesor desde hace unos 100.000 años, era altamente sociable con un importante desarrollo cultural. De las 2 ramas, el Neanderthal fue creador de rituales y entierro de muertos, mientras que el Cromagnon apuntó más al desarrollo técnico y artístico. Después, afirman los investigadores, pudo haber una fusión de ambas especies humanas, aportando cada cual lo suyo. De allí emana la actual especie humana. La necesidad de supervivencia de esa nueva especie y la diseminación por todo el planeta de esos primeros seres humanos les obligó a desarrollar inventos y tecnologías, además del posterior desarrollo de la agricultura y la ganadería cuando pasaron de ser nómadas a sedentarios.

Se convertirían en sociedades diferenciadas unas de otras, con grados y velocidades de desarrollo distintas según sus circunstancias particulares, pero muy aisladas unas de otras; sus lenguajes y costumbres fueron demasiado disímiles, aunque hubo invenciones comunes en todas ellas. Por ejemplo, la navegación. Cada organización desarrolló maneras propias para surcar ríos de ida y vuelta, adentrarse a los mares y regresar sin inconvenientes. Ha sido el principal recurso para la pesca y el transporte de objetos y productos.

Así, los sumerios navegaron por el Tigris y el Éufrates, por donde se supone debió estar el Paraíso Terrenal, y el Golfo Pérsico. En la Biblia se relata el diluvio universal; aparece también la historia del Arca de Noé. Los egipcios surcaron el Nilo y las aguas del Mediterráneo. Gracias al rey Minos, Creta estableció la primera talasocracia –gobierno de los mares–. Los poemas homéricos tratan de Ulises y los argonautas. Es posible que los griegos hayan traspasado las Columnas de Hércules –Estrecho de Gibraltar– y hayan arribado a las costas africanas y a las islas británicas. Los chinos hacia el siglo XV también habrían visitado el África por los lados del Océano Índico. Quizás los vikingos hayan circundado el África por el siglo X. Así, pues, canoas a remo inicialmente y naves a vela cada vez más especializadas, veloces y eficientes hicieron posible el desarrollo de los pueblos, pero también condujeron a enfrentamientos y naves militares para afrontar las batallas. Los romanos dominaron militar y comercialmente el Mare Nostrum después de sus victorias en las Guerras Púnicas.

Grandes nautas fueron los fenicios. La Biblia menciona los barcos de Tiro que suministraban mercancías el Rey Salomón; en uno de esos barcos viajaba Jonás, arrojado al mar por una tormenta. En mis anteriores columnas, La relatividad del tiempo, menciono todo el desarrollo de la navegación gracias a instrumentos creados para superar la imprecisión de la observación del sol y las estrellas, y lograr la exacta medición del tiempo. Así, pues, las primeras invenciones que cambiaron favorablemente el rumbo de la humanidad fueron los dispositivos de cacería y pesca, el fuego, la vivienda, la ropa, el calzado, la agricultura y la ganadería, la medición del tiempo, la orientación y la navegación. Además, quedaron registros gráficos de sus actividades en algunos lugares donde se desarrollaba el arte primitivo.