Guaidó, salve usted la Patria

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



A los pocos días de haberse posesionado, la legitimidad del gobierno de Maduro ha sido cuestionada internacionalmente por gobiernos de mucha credibilidad internacional. Maduro ha sido llamado lo que es, dictador, pero esta es una crisis que apenas comienza.

La suma de varios hechos políticos en menos de una semana logró crear el momento requerido para comenzar el desmantelamiento del régimen Maduro. Primero, fue el levantamiento de unos militares -no son los primeros-, seguidos por un discurso de Mike Pence, al día siguiente marchas multitudinarias y la autoproclamación de un político desconocido, Guaidó, como presidente interino de Venezuela, y el puntillazo final fue el reconocimiento de Guaidó por Trump, lo que inmediatamente llevó a que otras democracias lo reconocieran también, incluida Colombia.

Al momento de escribir esta columna no es claro que sucederá a continuación, pero es muy difícil que Maduro logre mantenerse en el poder, a pesar del apoyo de los militares, cuando su legitimidad es cuestionada de manera grave. No tiene salida diferente a ceder. A diferencia de otros países, Venezuela depende de poder vender su petróleo en los mercados internacionales, lo que lo hace un país tremendamente vulnerable a presiones externas.

Hay que anotar, que es desafortunado que la oposición venezolana no hubiera logrado organizarse de manera efectiva para colocar a Maduro contra las cuerdas mucho antes. Lo sucedido la semana pasada, permite intuir que hubo coordinación y que no se trata de hechos fortuitos que coincidieron en el tiempo.
Pareciera que la única fórmula viable era designar una figura central, Guaidó, con la esperanza de que la oposición dejara de lado sus divisiones y lo rodeara. Más que sostenerse por sus propios medios, Maduro ha durado tanto por la falta de cohesión y coordinación de la oposición. Parece ser que Guaidó con el fuerte espaldarazo internacional es hoy esa figura de unión que tanto necesitaba el país para confrontar al sátrapa de marras.

Todos pensamos que la solución ideal es la transición pacífica por medio de elecciones libres monitoreadas internacionalmente. La experiencia ha demostrado que los dictadores, sobre todo los que temen por las fechorías cometidas, rara vez se van por las buenas, y entonces todas las opciones están sobre la mesa.

Lo cierto es que los venezolanos no pueden desaprovechar esta oportunidad histórica para poner fin al oprobio y la opresión. Extraña si, la complicidad de los militares con el verdugo a expensas de su pueblo. Es claro que hoy, las fuerzas armadas venezolanas son los esbirros del régimen, y no el ejército del pueblo y para proteger al pueblo. También es claro, que una cosa son los corruptos altos mandos, mafiosos entre otras cosas, y otra cosa son los mandos medios y bajos, los cuales probablemente romperán filas con sus jefes en el corto plazo, y entonces todo estará consumado.

Mis oraciones por nuestros hermanos venezolanos para que toda esta pesadilla se resuelva de la mejor forma posible y en poco tiempo. Es el momento de mostrar valor y no dejarse amilanar por las armas del tirano. ¡Viva Venezuela, la patria de Bolívar!