Escrito por:
José Vanegas Mejía
Columna: Acotaciones de los Viernes
e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es
Comenzamos hoy las Acotaciones del año 2019. Después de un receso reparador para nosotros, esta columna aparece con votos renovados que, como en cada periodo anterior, esperamos cumplir en gran medida.
Introduciremos una novedad que nos prestará gran ayuda: En Acotaciones atenderemos, por fin, la petición que desde hace por lo menos una década nos ha venido formulando un amigo. Solicita él, casi exige, que le demos cabida de vez en cuando a sus opiniones. Le hemos sugerido que se haga cargo de un espacio propio en este periódico para que descargue allí sus reflexiones, críticas o conclusiones sobre temas que, dicho sea de paso, domina a voluntad. Sin embargo, prefiere acompañarnos. Sus conocimientos, sin duda, enriquecerán el contenido de estas Acotaciones. Como única condición nos tomaremos el ‘derecho de admisión’, mas no de veto, cuando su colaboración se deje llevar por la pasión, la ira o el resentimiento, ‘cualidades’ que él mismo acepta poseer.
Nuestro amigo colaborador, es lógico, aparecerá con un seudónimo que aún no ha escogido. Es necesario decirlo desde el inicio de esta columna semanal, para que sus ideas no se tomen como propias de Acotaciones. Algunas veces podrá emerger como invitado para que diserte sobre hechos o situaciones que él, por su veteranía y mejor conocimiento del entorno social, puede dar a conocer con innegable suficiencia. No obstante, con el fin de no permitir que desde ahora nuestro “Viejito intruso” se apodere de estas líneas, continuaremos nuestras acostumbradas efemérides para no olvidar a personajes y refrescar hechos de alguna importancia en la historia. Procedemos: El 23 de enero de 1516 murió el rey Fernando ‘El Católico’ en Madrilejo, Cáceres, España. En 1832 nació el pintor francés Édouard Manet, uno de los padres del impresionismo y del arte moderno. En 1989 murió en Figueras el pintor español Salvador Dalí (Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech). En 1930 nació en Las Antillas Derek Walcott, premio Nobel de Literatura 1992. La efemérides que más destacamos el 23 de enero es el nacimiento del escritor Stendhal (Henri-Marie Beile) en 1783, natural de Grenoble, en los Alpes franceses. Huérfano de madre cuando era niño, debió someterse al rigor de su padre, a quien terminó por detestar. A los treinta años abandonó Francia y fue a vivir a Italia. Escribió varias obras: “Historia de la pintura en Italia”, “Vida de Haydn”, “Vida de Mozart”, “Roma, Nápoles y Florencia”. En 1821 regresó a París y publicó “Del amor”, “Racine y Shakespeare”, “Vida de Rossini” y su primera novela: “Armance”.
Siempre se establece el contraste entre Stendhal y Balzac. Se considera a Balzac como el creador de la novela ‘cerrada’. En cambio el lector encuentra en las novelas de Stendhal un relato ‘abierto’; en esta técnica el lector tiene la posibilidad de imaginar el destino de los personajes. En apoyo a esta práctica, opuesta a las utilizadas por Honoré de Balzac y Émile Zola, citamos un fragmento de carta que Stendhal dirige al último de los mencionados: “Compongo veinte o treinta páginas, luego tengo necesidad de distraerme: un poco de amor, cuando puedo, o alguna orgía; a la mañana siguiente lo he olvidado todo, y leyendo las tres o cuatro últimas páginas del capítulo de la víspera, me viene el capítulo del día”. Sus dos principales obras son ‘La cartuja de Parma’ y ‘El rojo y el negro’. Cabe destacar que Stendhal tardó solo 52 días en escribir “La cartuja de Parma”, en 1838.También escribió “Relatos de aventuras trágicas”, “Crónicas italianas” y dos textos autobiográficos: “Vida de Henry Brulard” y “Recuerdos de egotismo”. Stendhal amaba la libertad; en cambio, eran insoportables para él la monarquía, los sacerdotes, su padre y los burgueses.