La bogotanización de Colombia

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alvaro González Uribe

Alvaro González Uribe

Columna: El Taller de Aureliano

Web: http://eltallerdeaureliano.blogspot.com



Los lectores habrán notado que en los últimos meses las noticias de Colombia cada vez están siendo más acaparadas por Bogotá, hasta el punto de que las regiones y demás ciudades sólo tenemos breves espacios cuando ocurren hechos de sangre torrentosa -crónicas rojas de provincia que les encantan allí- o cuando de alguna manera afectan a la villa de Jiménez de Quesada.

En Bogotá lógicamente pasan más cosas por su condición de capital, por ser asiento de los órganos de poder nacional, y porque es la ciudad más grande, pero el motivo de la sobre información no puede ser ese, porque hay 40 millones de colombianos que no vivimos allí y la geografía nacional es mucho más amplia. Sin duda, hay miopía o quizás comodidad de varios periodistas que no salen de la sabana o que se contagiaron de la bacteria del centralismo.

En las demás ciudades y regiones estamos cansados de que todo el día nos estén contando repetidamente las tragedias de una tal Veintiséis (¿es una calle o una Bacrim?), que inauguraron el portal (¿de Belén o web?), que la terna o los candidatos para la Alcaldía (la toman como si fuera la Presidencia de la República), que el anticipo de cierta obra, que un transmilenio se chocó, que la venta de ETB, que fulanita manejaba ebria, que Millonarios y Santa Fe, que el futuro de la Séptima (¿papeleta?), que Suba (¿a dónde?), que la operación retorno va sin tropiezos, que el río Bogotá (como si no hubieran más ríos en Colombia), y qué nombre le pondremos a El Dorado materile-rile-ro, en fin.

Quizá sean hechos importantes para esa porción de terreno, pero con tanta información ajena la otra Colombia se queda viendo un chispero y le toca pellizcarse para ver si existe.

Se trata de otra manifestación del centralismo consuetudinario que empieza por las leyes y se mantiene nutrido por el arribismo de muchos, incluyendo provincianos convencidos de que todo lo de Bogotá es lo "in", y que hablan más de la zona rosa y de Andrés Carne de Res que de sus piqueteaderos, tiendas o fondas de su departamento de origen.

Cualquier cosa que pase en una localidad o esquina de Bogotá está repercutiendo innecesaria y hoy infortunadamente en el resto de Colombia. ¿Para qué un país tan grande y diverso si basta con Bogotá? Razón tenía Fajardo cuando al inicio de la trifulca de los verdes por la candidatura Alcaldía de la capital, expresó que el país y el Partido Verde se atascaban en esa ciudad.

No es contra los hermanos rolos, como tampoco tengo nada contra ningún colombiano en razón de su lugar de nacimiento o residencia. Los orígenes de nuestros males humanos están en otro plano. Me parecen absurdos, facilistas y dañinos los regionalismos positivos y negativos. Es más: en el caso que nos ocupa tienen más culpa los bogotanos adoptivos -hoy son más que los divertidos rolos rancios- y muchos habitantes de las regiones con ruana o esmoquin alquilado.

Lea en seguida amable lector los titulares de los periódicos que llaman "de circulación nacional" o escuche y vea los noticieros de radio y TV de las cadenas y canales "nacionales": cerca del 50 por ciento de lo "nacional" ocurre en Bogotá y sólo interesa a los bogotanos.

¿Qué tal si un día en todos los medios de comunicación ensayamos omitir las noticias locales de Bogotá, a no ser que influyan realmente en la vida del resto de Colombia? Es una manera de empezar a reconocer (a conocer…) a todo el país como base para una descentralización real, equitativa y justa. Bueno, lo que sea, pero por favor: estamos mamados hoy de Bogotá y, lo peor: cansados de su mal ejemplo, ¡Colombia se bogosatanizó!