Primero. Alex Char es el mejor alcalde de Colombia. Lo dicen las encuestas y lo dice él, a pesar que el presupuesto de publicidad en Barranquilla es el tercero después de de Medellín y Bogotá (actualmente cuestionados por los medios) que son ciudades más pobladas.
Segundo. No niega su contento por el apoyo ciudadano, pero da la sensación de sentirse muy solo también. Lo delatan sus palabras: “…estos años me han ayudado (a mí) a tomar mejores decisiones, más reposadas, y todo esto lo he desbocado (yo) en una mejor ciudad en construcción, de seguir construyendo su tejido social…”, refiriéndose -me imagino- a que con la experiencia ganada como administrador público (por él), los errores no se repiten y los resultados saltan a la vista, “gracias a Dios, porque siento que fue uno de los mejores años, si no el mejor para nuestra ciudad”.
Tercero. No le importa dejar empeñada la ciudad siempre que pueda llevar a cabo sus obras: “…claro que recurrimos a créditos. Yo no puedo esperar 20 años para con la platica que entra cada año poder ejecutar proyectos que se necesitan con urgencia. No se puede seguir permitiendo que la ciudad siga siendo epicentro de las malas noticias para el mundo (…) cuando los bancos le prestan a uno -él lo sabe- no es por la linda cara. Presta porque ve capacidad de pago. Y con tanto fracaso en los entes territoriales son demasiado rigurosos y tú tienes que demostrarles que tienes cinco más de capital y los intereses…” (Sin palabras)
Cuarto. Nunca le falta el aval del Concejo (él los eligió): “…claro, el Alcalde va y les dice: vean señores este pedazo de plata que va a sobrar en el 2019, 2020, 2021 y 2022 (…y el resto) voy a pignorarla para canalizar todos los arroyos (y ellos corren y le aprueban); entonces uno se la cede al banco y el banco cede toda la plata hoy (…) explico algo. Hace 12 años, el Distrito debía más de lo que ingresaba. Hoy debe mucho menos de lo que le ingresa”.
Quinto, obras son amores no buenas razones: “¿Seguridad? (no es su asunto) Esto no depende totalmente de Barranquilla, sino del país. Si el país permite que se siembren 200.000 hectáreas de coca, siga la marihuana y las nuevas drogas sintéticas, seguirán las cadenas delictivas que se meten en los núcleos urbanos (…) trabajamos en el tema de inteligencia y te puedo decir que la única ciudad capital de Colombia en la que están disminuyendo los homicidios en un 10% es Barranquilla, las demás están disparadas…”
Concluyo para que concluyan: 1. A su disposición está la prensa de la ciudad y del país porque tiene suficiente presupuesto. 2. Se vale por sí mismo. Ni asesores, ni funcionarios, ni ciudadanos, ni aportes de la Nación para decidir nada, todo lo decide él. 3. Es un empresario que sabe bien cómo negociar con la banca, no importa que el Distrito no sea una más de sus empresas. 4. Tiene un Concejo abyecto que cumple todas sus órdenes y legaliza (entre comillas) todas sus operaciones financieras oficiales. 5. Las inversiones en obras públicas más que en desarrollo social y seguridad son más rentables política y económicamente.