Bebés sin patria (II).

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Estos protagonistas, bebés sin patria, en pocas semanas nacerán en Colombia, sus madres migrantes, muchas desconocen su periodo de gestación; sin embargo, aquí se podrán realizar su respectivo control natal, ecografías y saber el sexo del bebé que esperan lo que no sucederá en Venezuela, lo consideran un dineral.
Me dijeron: “Es un privilegio que Dios nos da en Colombia; en Venezuela es imposible”. De seguir esta situación nos preguntamos ¿Cuál será el futuro de estos bebés sin patria? Bastante incierto, lo que es cierto, es que éste es un hecho preocupante e inocultable. Según las futuras madres: “Regresar a Venezuela sería morir de hambre mi bebé y yo; por lo menos aquí en Colombia tengo algo que comer”; finalizando con un vainazo contra maduro.

A pesar que Colombia pasa algunas dificultades, a los migrantes venezolano no se les ha cerrado la frontera como sucede en otros países; aquí se les recibe con fraternidad, solidaridad y consideración. Es el momento para unirnos entorno al principio de la solidaridad y expresarlo sincera y oportunamente; dar la mano a los hermanos venezolanos. La mayoría de ellos hoy bastante golpeados, especialmente los bebés sin patria hombres y mujeres, actúan con perseverancia para ver un futuro con optimismo. Muy cierto es, que se han hecho visibles, casos de intolerancia y acciones delincuenciales por un número reducidos de ellos; de todas manera los venezolanos en Colombia y otros países, guardan con aliento esperanzador la llegada de una nueva oportunidad que les permita volver a su patria, donde tuvieron que salir forzados por maltrato, desolación y hambre. Más temprano que tarde el oscurantismo allí en Venezuela cesará y aflorará una equidad, libre de arbitrariedad y acciones irracionales contra las leyes y el ser humano. A estas madres gestantes, las escuche, les entregue comida, que ingerían rápidamente frente a mí; una de ellas me pidió que fuera padrino de la criatura que espera; un bebé sin patria.

Con una actitud humanitaria más acentuada el Presidente Duque Márquez debe dirigir la óptica a Centros Hospitalarios donde nacerán estos bebés sin patria; deben ser protegidos, las migrantes embarazadas llegan a Colombia como tarzán a Nueva York, desconociendo todo, igual les sucede a ellas, nadie las conoce. Surgen comentarios que oí, lo repito comentarios que esos bebés sin patria sean robados para negociarlos en el exterior, estableciéndose el delito de trata de personas; las autoridades colombianas deben velar porque este degradante delito que espero no ocurra y de suceder, sea castigado severamente.

La OEA a petición del gobierno Colombiano dirige su mirada y accionar ante esta mayúscula migración que incrementará, mientras suscita el desequilibro gubernamental en Venezuela; con el propósito de crear un fondo monetario para esta situación, obteniendo recursos y entregarlos a los venezolanos radicados en Colombia, alimentándoles y brindándoles salud, tratando de mejorar su dignidad y calidad de vida.