Estos protagonistas, bebés sin patria, en pocas semanas nacerán en Colombia, sus madres migrantes, muchas desconocen su periodo de gestación; sin embargo, aquí se podrán realizar su respectivo control natal, ecografías y saber el sexo del bebé que esperan lo que no sucederá en Venezuela, lo consideran un dineral.
A pesar que Colombia pasa algunas dificultades, a los migrantes venezolano no se les ha cerrado la frontera como sucede en otros países; aquí se les recibe con fraternidad, solidaridad y consideración. Es el momento para unirnos entorno al principio de la solidaridad y expresarlo sincera y oportunamente; dar la mano a los hermanos venezolanos. La mayoría de ellos hoy bastante golpeados, especialmente los bebés sin patria hombres y mujeres, actúan con perseverancia para ver un futuro con optimismo. Muy cierto es, que se han hecho visibles, casos de intolerancia y acciones delincuenciales por un número reducidos de ellos; de todas manera los venezolanos en Colombia y otros países, guardan con aliento esperanzador la llegada de una nueva oportunidad que les permita volver a su patria, donde tuvieron que salir forzados por maltrato, desolación y hambre. Más temprano que tarde el oscurantismo allí en Venezuela cesará y aflorará una equidad, libre de arbitrariedad y acciones irracionales contra las leyes y el ser humano. A estas madres gestantes, las escuche, les entregue comida, que ingerían rápidamente frente a mí; una de ellas me pidió que fuera padrino de la criatura que espera; un bebé sin patria.
Con una actitud humanitaria más acentuada el Presidente Duque Márquez debe dirigir la óptica a Centros Hospitalarios donde nacerán estos bebés sin patria; deben ser protegidos, las migrantes embarazadas llegan a Colombia como tarzán a Nueva York, desconociendo todo, igual les sucede a ellas, nadie las conoce. Surgen comentarios que oí, lo repito comentarios que esos bebés sin patria sean robados para negociarlos en el exterior, estableciéndose el delito de trata de personas; las autoridades colombianas deben velar porque este degradante delito que espero no ocurra y de suceder, sea castigado severamente.
La OEA a petición del gobierno Colombiano dirige su mirada y accionar ante esta mayúscula migración que incrementará, mientras suscita el desequilibro gubernamental en Venezuela; con el propósito de crear un fondo monetario para esta situación, obteniendo recursos y entregarlos a los venezolanos radicados en Colombia, alimentándoles y brindándoles salud, tratando de mejorar su dignidad y calidad de vida.