Tres expresidentes, una sola desgracia

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Escrito por:

Jacobo Solano Cerchiaro

Jacobo Solano Cerchiaro

Columna: Opinión

e-mail: jacobosolanoc@hotmail.com

Twitter: @JacoboSolanoC



Colombia es el único país del mundo donde los expresidentes, después de sus malos gobiernos y obtener su pensión, siguen activos en la política y en el gobierno, más vigentes que nunca. Son una especie de súper héroes en la sombra, reparten burocracia, imponen magistrados, embajadores, ministros, manejan partidos políticos para seguir en el poder y de ñapa, impulsan a sus hijos para que los remplacen; lo hizo López Pumarejo, también Misael Pastrana, lo intentò Turbay y ahora Cesar Gaviria, tienen una concepción plutocrática y monárquica, que al parecer los colombianos aceptan y disfrutan, porque siempre les dan la oportunidad y sus guiños son definitivos a la hora de elegir, ocurrió con Santos y con Duque.

La reunión de la semana pasada, entre los expresidentes Cesar Gaviria, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, demostró que Colombia sigue anclada en el pasado y a expensas de lo que ellos decidan, pese a que poco o nada les importan principios o dignidad alguna con tal de seguir con la ambición enfermiza por el Estado y sus beneficios. Se han dicho literalmente de todo: Pastrana le dijo a Gaviria que era el eslabón perdido en el proceso 8000; Gaviria le respondió a Pastrana que le entregó el país a las Farc; Pastrana dijo que Uribe en Ralito había negociado con mafiosos y que le regalaba el partido conservador, porque era un partido de corruptos y Uribe le respondió que recibió un país tomado por el terrorismo; Gaviria gritò desesperado antes del plebiscito por la paz, ¡Uribe mentiroso, Uribe mentiroso Uribe mentiroso! Pero de un momento a otro, se citan en el hotel La Ópera de Bogotá para elegir Contralor porque cada uno tiene un partido y decide por su bancada;  lo único rescatable de la reunión fue que no invitaron a Ernesto Samper, que también delira por el poder, pero sus supuestas relaciones siniestras con el cartel de Cali, lo hacen un expresidente de peor familia, como si alguno tuviera calidad moral para sindicar a otro; lo más triste que ad portas de una consulta anticorrupción conveniente para el país, no dicen nada y prefieren mirar para otro lado, en fin, mientras Colombia siga atada a estos expresidentes, la politiquería y corrupción seguirán y se reflejará en las elites regionales que reparten avales para sus áulicos, mientras intimidan al pueblo con una salvaje y regresiva carga de impuestos, según anuncia el nuevo gobierno del presidente Iván Duque. Ojalá Santos cumpla lo que prometió, mantenerse al margen para no entorpecer la gestión de su sucesor, ya tenemos suficiente con Gaviria, Pastrana y Uribe.

Estocada: Que fea la pelea bajera entre Edgardo Maya y José Félix Lafaurie, el uno le dice al otro corrupto y el otro, responde que fue que le robó 70.000 pesos que le prestó para volarse con La Cacica, Consuelo Araujo. Que falta de decencia, con razón los cachacos nos tildan de salvajes e ignorantes, por no ser capaces  zanjar nuestras diferencias.  @JACOBOSOLANOC