Colombia: el país del sagrado corrupción (I)

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Escrito por:

Jorge García Fontalvo

Jorge García Fontalvo

Columna: Opinión

e-mail: jgarciaf007@hotmail.com



¡No!, no están equivocados, evidentemente existe un error gramatical. No hay concordancia de género ya lo sé, pero no es necesario consultar al erudito de la lengua castellana, el profesor Cleóbulo Sabogal, el mismo de "Puntos sobre las íes" acerca de la construcción de esta oración. La realidad es que Colombia ha dejado de ser el país consagrado al corazón de Jesús, para convertirse en "el país del sagrado corrupción" Entiendo y sé que tienen la razón, lo repito, no existe concordancia de género, pero es la purita verdad o ¿no?. ¿Más corrupción para dónde?

Al terminar de leer este artículo acordaran conmigo que este error de redacción era necesario para construir esta analogía, y además para mostrar de manera menos formal los visos característicos de la realidad actual de la sociedad colombiana.

La corrupción en el país es un problema generalizado al interior de las comunidades, independientemente de la raza, ideología, filosofía, cultura o de las creencias religiosas que profesen esas mismas comunidades. Es también un problema propio de todos los sectores, agremiaciones, organizaciones sociales, económicas, movimientos o partidos políticos, instituciones públicas o privadas, y en general un fenómeno arraigado a cualquier evento de la vida cotidiana del hombre en el país del sagrado corazón.

Con lo anterior no se pretende afirmar, en forma alguna, que los colombianos seamos corruptos, sino que la corrupción se mueve como Pedro por su casa en todos los ámbitos del entorno ciudadano nacional. ¿O es mentira acaso qué la mafia corrupta e hipócrita enquistada al interior del Ministerio de Protección Social y Fosyga, en compañía de algunos inhumanos personajes allegados a las fatídicas empresas promotoras de salud EPSs, ha venido destruyendo la vida de miles de colombianos de escasos recursos desde hace varios años? No es mentira, como lo dice la canción de Kalet Morales, es "La purita verdad".

¿Es mentira acaso que un montón de picaros y además ambiciosos funcionarios del Ministerio de Agricultura desaparecieron como por arte de magia y en la más completa impunidad, el dinero de los campesinos colombianos y se lo entregaron en bandeja de plata a otros corruptos igual a ellos, en compensación por los favores políticos recibidos? No es mentira, es la triste y dolorosa realidad de un pueblo que clama justicia y equidad, y aún así sufre por causa de los deshonestos. La corrupción haciendo de las suyas, que pesar. Mientras una inmensa mayoría vive en medio de la pobreza, el hambre y la injusticia unos pocos consumen de manera voraz, cual langostas de potrero, las riquezas de la país.

Pero aún queda la más perla de todas, ¿No es cierto que los hermanitos Nule en compañía de "respetados" alcaldes, senadores, representantes a la cámara, contralores y muchos de sus amigos hayan acabado con los recursos de la nación? Esto también es cierto, recursos que podrían haber sido destinados a atender la emergencia invernal que afecta a más de tres millones de personas damnificadas en Colombia, hoy día, han sido utilizados para enriquecer a los más poderosos, ¡qué vergüenza!

¿Es mentira acaso que muchos de los antiguos combatientes de los grupos al margen de la ley, desde el congreso, asambleas departamentales y concejos municipales gozan de más poder hoy que antes, y utilizan ese poder en beneficio propio? No es mentira, es la verdad cruda y dolorosa de un país que se sumerge más y más en las turbias aguas de la corrupción, el fraude y el engaño.

Como se aprecian las cosas en el presente, ni los "Santos" podrán salvar a Colombia de su triste y dolorosa realidad. ¿Ahora si entienden por qué digo que Colombia es el "País del Sagrado Corrupción" y no del sagrado corazón?



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