¿Para qué escenarios deportivos, si no hay torneos para ser utilizados?

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Los juegos bolivarianos realizados en Santa Marta, dejaron la impronta de una entusiasta y renovada cultura deportiva en todos los ámbitos; privilegio que hoy por hoy, permite a los jóvenes volcar su mirada hacia un futuro esperanzador en su acercamiento a la actividad atlético – muscular.

En este escenario se avivaron votos que crearon expectativas para pedalear un sueño mejor en materia deportiva; fue así como se concretó por parte de las autoridades deportivas Distritales, un evento especial, el campeonato nacional de pesas, hecho acordado con la Federación Nacional de dichas lides, que se pactó con gastos de por mitad; inicialmente se le designó mediante resolución al Distrito, para que efectuara el campeonato nacional del 27 de junio al 01 de julio del año en curso, documento de grato recibimiento por las autoridades deportivas de la ciudad. Bajo estos parámetros el ente Distrital de deportes considero a bien, impulsar las acciones que contribuyan a la defensa y protección de compromisos deportivos similares a los realizados.

A partir de los Bolivarianos, las opiniones públicas y academicistas conceptúan y evalúan una perspectiva ética, articulada a hacer las cosas cada día mejor; pero las cosas no fueron así, pues se privó a la ciudadanía y juventud deportiva de observar y aunar cultura deportiva samaria, ya que el Distrito declinó realizar el evento de la Halterofilia, previamente convenido.

La pregunta que hacemos es: ¿Para qué escenarios deportivos, si no hay torneos para ser utilizados, tampoco una diligencia deportiva eficiente, capaz, que promocione y promueva la realización de campeonatos de carácter local y regional. La primera preocupación que surgió sobre los escenarios, fue su cuidado y vigilancia; pero se debe entender que estos, son para explotarlos, no para que queden como adornos en la ciudad; si los tenemos, por supuesto se necesita crear una cultura deportiva, solo así saldremos del rezago deportivo.

Los enunciados anteriores nos concitan a pensar y convocar a la sociedad para debatir sobre las nuevas determinaciones del mañana, teniendo en cuenta que el resultado de los juegos avivo el furor de Samarios y Magdalenenses hacia un futuro más halagador en lo deportivo; pero que sean las prácticas deportivas competitivas, un modelo de sostenibilidad y atención integral que concentre esfuerzos en programas de prevención y lo más importante, que sea un trabajo articulador que garantice el uso adecuado con las herramientas existentes en la localidad.

Debemos enfatizar que los escenarios deportivos son la expresión social que propicia la civilización de la capacidad creativa y expresiva de la juventud hacia las diferentes facetas deportivas, luego es menester que la ciudadanía se convierta en celosa guardiana de estos escenarios; lo deseado es que se fortalezcan desde ya y motiven más las prácticas deportivas con políticas serias, valederas y sobre todo que los deportistas valoren la calidad en materia de construcción e infraestructura; pues ellos son los protagonistas facultados para cuestionar la calidad de las obras deportivas, un ejemplo palpable, nuestra flamante campeona mundial de Bicicrós Mariana Pajón que hizo unas críticas asertivas y respondieron expertos con la desfachatez que siempre les caracteriza: Eso no es nada.

Lo manifestado aquí no lleva otro propósito que concientizar, sensibilizar y motivar al joven deportista que es el actor principal, que exige y sobre todo indica condiciones y eficiencias entorno a eventos ajustados a la responsabilidad y el cumplimiento que otorga la legitimidad. Santa Marta declinó ser sede nacional al evento de la Halterofilia. La Federación de Pesas se la asignó a la capital deportiva de Colombia: Cali, que la acepto inmediatamente.