Trastorno de ansiedad social

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Oscar Bravo Rojas

Oscar Bravo Rojas

Columna Sociológica

e-mail: osbraro@gmail.com


A finales de la década del 90 los Estados Unidos sufrió una nueva epidemia aterradora llamada Trastorno de ansiedad social (Tas), en inglés "Social Anxiety Disorder (Sad)", la cual afectó a 13.3 por ciento de la población norteamericana, era ni más ni menos que ese alto porcentaje poblacional, que sobrepasa a los 27 millones de persona, decían padecer de un horrible mal: "ser alérgico a la gente, a las personas".

La sintomatología de estos 27 millones de gringos se caracterizaba según los que la padecían, era fuerte sudoración, se sonrojaban, temblaban, les resultaba difícil respirar.

Esto incluía a personas que tuvieron efectos post traumático, quienes presenciaron un acto de violencia, un desastre natural o un evento angustioso.

Pero estudios posteriores determinaron que tales trastornos de ansiedad social eran inducidos, creados a propósitos por las empresas farmacéuticas en su afán desmedido de vender sus productos, terminaron primero vendiendo la enfermedad; y como para nadie es un secreto la sociedad norteamericana es supremamente pragmática y sensacionalista, que vive de emociones, estos 27 millones de personas fueron convencidos de que sufrían de esta aterradora epidemia y los resultados no se hicieron esperar para las empresas farmacéuticas y sus antidepresivos, ocuparon los primeros lugares y desde luego los psiquiatras a los cuales les cancelaron estas firmas fuertes sumas de dinero estaban a la orden del día, haciendo su agosto en todo el año.

A nivel mundial han hecho creer que hay más de 450 millones de personas que sufren de alergia hacia las personas, o el mal llamado trastorno de ansiedad social, lo anterior recibe el nombre del marketing de la locura o de la enfermedad, donde grandes empresas farmacéuticas a todo costo a través de sus agencias de relaciones públicas, crean males desconocidos para que los incautos caigan y las ventas sean multimillonarias, mostrando estadísticas y estudios ficticios, con el objetivo de vender una determinada enfermedad, especialmente las mentales, haciendo que las personas consideren mayores sus problemas.

El trastorno bipolar, se considera raro y solo afectaba a 10 de los norteamericanos, ahora se considera que el 10 por ciento de la población mundial la padece, antes se consideraba que eran sólo los adultos quienes la padecían, pero estudios recientes nos dicen que el trastorno de niños bipolar ha subido un 4 mil por ciento, como vemos la compraventa de la enfermedad ha dado mucho resultados.

Los abuelos de antaño no sufrían de ninguna de estas enfermedades y vivían muchos años, ellos solo recomendaban vivir de acuerdo con la verdad, siendo creyente en un Dios superior, amando a nuestro semejante, gozando de la naturaleza sin destruirla, haciendo bien nuestro trabajo, tomar aire puro, descanso, agua abundante y alimentos ricos en vitaminas, minerales y demás nutriente, gozando con nuestra familia…y vivían más de 100 años sin ninguna de las comodidades que ahora tenemos y que de una u otra manera hacen infeliz al ser humano al punto de hacerle sentir que sufren de alergias hacia sus semejantes.

Que terrible falacia!! Eso solo cabe en las mentes carcomidas por los gérmenes de la ignorancia y el deseo desmedido de ser utilizado como idiota útil, para enriquecer compañías farmacéuticas desalmadas e inhumanas que hacen parte integral del sistema capitalista brutal y salvaje que quiere devorarnos.