La mejor forma de elegir a un candidato de un partido es, sin lugar a dudas, una consulta. Algunos las prefieren abiertas y otros cerradas.
No obstante, una vez establecido el mecanismo, el CD tiene la responsabilidad de continuar y terminar dicho proceso, conforme a lo acordado. Finalmente, ese acuerdo, bueno o malo, guste o no guste, fue lo acordado en consenso por los precandidatos, algo que tiene una enorme significancia política y debe ser apoyado por todos los militantes del CD. No llevar a cabo hasta el final el mecanismo, según sus reglas acordadas, es una mala señal para la ciudadanía y los militantes.
Como compromisario de Carlos Holmes Trujillo para ese proceso, participé en varias reuniones en las que se pretendía acordar el mecanismo, hasta que Carlos Holmes decidió acogerse a lo que los otros precandidatos acordaran. Me impresionó en las reuniones el liderazgo, sabiduría y pragmatismo del Presidente Uribe, con quien no había tenido la oportunidad de compartir tan cercanamente.
Siempre quiso un mecanismo expedito, trasparente y simple que ahorrara recursos a los contribuyentes, que facilitara la coalición con Pastrana y que le diera tranquilidad al país por la escogencia del candidato del CD antes de navidad y año nuevo. Siempre manifestó su no rotundo a que el mecanismo fuera “el que diga Uribe” o una convención. Causa absoluta indignación por ello oír a periodistas mal intencionados y a amigos del Gobierno despotricar diciendo que el CD no es democrático porque finalmente el escogido será “el que diga Uribe”.
Que errada y mal intencionada aseveración. El tamaño histórico del Presidente Uribe es incuestionable, lo cual se soporta en su sentido democrático, su sabiduría y su carisma y, duélale al que le duela, el rescate del país durante el periodo 2002 - 2010. Por ello, a través de un facilitador, se acordó en consenso un mecanismo de encuestas por parte de cuatro de los pre-candidatos para la escogencia del candidato del CD.
Carlos Holmes lo aceptó sin reparos. El mecanismo establecía que el último en la primera encuesta salía. Se acordó además contar con un Comité Garante, el cual tiene como labor fundamental auditar y dar garantías sobre las reglas y el mecanismo acordado, específicamente la escogencia de las encuestadoras, la redacción de las preguntas y, en general, la “mecánica” del mecanismo y el cumplimiento de las reglas.
El Comité Garante, no debía, a mi juicio, de manera respetuosa, pronunciarse sobre si debía o no salir un precandidato por empate técnico, dada cuenta el margen de error, pues ello no era lo acordado, ni interpretar lo acordado está en sus potestades. Afortunadamente, a pesar de la decisión inadecuada pero de buena fe del Comité Garante, María del Rosario Guerra, en una decisión grande y generosa, que busca la unidad del CD, dio un paso al costado. Así, esperamos que el proceso siga su curso, conforme a las reglas acordadas, para tranquilidad de la ciudadanía, pues entre los cuatro que quedan está el próximo Presidente de Colombia.