Acaban de publicarse los resultados del último Panel de Opinión, un ejercicio que presenta regularmente la firma Cifras y Conceptos, que recoge la opinión de líderes del país sobre temas cruciales de la realidad nacional. Es decir, la sistematización de sus resultados permite tomarle el pulso a quienes tienen capacidad de decisión en distintas áreas de la sociedad colombiana. Los resultados son de sumo interés y en particular deben registrarse y analizarse en los medios regionales.
Entre los datos importantes está el reconocimiento que a este nivel se hace del proceso de paz como un hecho que está sucediendo en el país. Antes de que el uribismo salga como siempre a descalificar esta realidad, la encuesta tuvo clara representación de sectores de oposición quienes explícitamente reconocieron no haber acompañado este proceso pero que sin embargo, aceptan que se está dando, lleno de problemas sin duda pero que no les permite negar su existencia.
Es prácticamente lo único que le reconocen al Presidente Santos, su esfuerzo por promover la paz y le dan una alta calificación, 73 de 100. Este cambio de opinión obedece a hechos innegables que han sucedido y que finalmente se aceptan.
La dejación de armas por parte de las FARC, y un poco menos el desminado, han generado credibilidad, pero esto no sucede con la restitución de tierras, la erradicación de cultivos y la negociación con el ELN. Lo más sorprendente es su respuesta sobre los desafíos más importantes que enfrenta Colombia el próximo año, el primero se refiere a las elecciones, pero el segundo es la implementación de los acuerdos de paz. Ya es innegable que no obstante la obstinación de la oposición, quienes manejan este país ya aceptaron que este proceso va. Por fin.
Un segundo resultado que es muy pertinente para las regiones y especialmente para el Caribe, puede asociarse con el centralismo y el regionalismo. Los resultados muestran claramente que los debates de opinión sobre política, economía y en general sobre temas nacionales se concentran en Bogotá.
La forma como se mide en este panel este resultado es identificando la audiencia que tienen precisamente medios nacionales y programas de opinión en las distintas regiones. Centralismo en el debate nacional, es la primera conclusión.
Pero, cuando se identifica que leen o que escuchan en las regiones, es obvio que las noticias locales acaparan la atención y los programas nacionales no logran ser escuchados por un nivel significativo de personas. Regionalismo puede ser la conclusión en este caso. Pero como también el regionalismo opera en el Caribe, solo aparece Barranquilla que también está concentrada en sus medios locales: el Heraldo, en prensa, la emisora Atlántico en radio y sus columnistas.
Esta situación implica grandes responsabilidades de quienes dirigen estos medios, que deben hacer un esfuerzo para que la región se vincule a estas discusiones que terminan incidiendo en el futuro del país y de todos sus territorios.