El café colombiano

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Escrito por:

José Tovar Delgado

José Tovar Delgado

Columna: Opinión

e-mail: jatovar1@hotmail.com



Los colombianos estamos asustados y extrañados con la noticia de que las importaciones de café no se detienen. ¿Por qué será? No lo sabemos. Es una situación enormemente inverosímil, siendo Colombia un país estrictamente cafetero.

Nos sentimos los colombianos preocupados con la noticia que nos trajo el periódico "El Tiempo" en su edición del día lunes 28 de marzo, en el sentido de que en el país estamos tomando café importado de la República del Perú, del Ecuador y otros países. Y nos preguntamos el porqué de esta situación. Entendemos que Colombia está considerado como un país cafetero reconocido a escala mundial por tener el grano más suave y más aromático del planeta.

"Cada grano cosechado, será exportado". Esta frase pronunciada por el doctor Luis Genaro Muñoz, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, hace algunos días, nos parece muy injusta pues nos dejaría sin la posibilidad de beber de nuestro propio café: el café suave, el mejor del mundo.

Lo que debemos hacer es apoyar las iniciativas de sembrar nuevos cultivos en fincas apropiadas para la siembra y así saciar las necesidades tanto internas como externas que tiene Colombia.

En el país, todavía tenemos muchas tierras que son aptas para los distintos cultivos, entre ellos el café, que están en manos de propietarios que por diversas razones no las explotan y que bien valdría la pena pensar en un programa especial de subsidios para que puedan ponerlas a producir y de esta manera acabar con tantas tierras improductivas que existen en Colombia.

Los cultivadores de café deben estar muy contentos con los anuncios de las alzas en el precio internacional que como consecuencia tienden a mejorar el precio interno de la carga del café. Esa alza la deben aprovechar los productores para renovar sus cultivos, haciéndole a las fincas todas las renovaciones posibles para sacar el mejor grano tanto para el mercado interno como para el externo.

Tenemos que aplaudir y sentirnos muy satisfechos y orgullosos con la publicidad que hacen a nivel nacional e internacional, las tiendas de Café Juan Valdez, que con el símbolo del burro que lleva montado al típico campesino cafetero colombiano está mostrando los valores de nuestro país.



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