Rajoy y Trump, dos que se buscan para rascarse

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Escrito por:

Arsada

Arsada

Columna: Opinión

e-mail: armandobrugesdavila@gmail.com



Tan cierto es el título de este artículo que Rajoy antes de tomar la decisión que tomó en lo relacionado con el referendo en Cataluña fue a Washington a visitar al señor Trump, seguramente a solicitarle permiso y apoyo.


Ambos personajes de la política mundial cometieron el mismo error de apreciación y el resultado para ambos ha sido desastroso. Obviamente que me refiero a los jefes de gobierno de Estados Unidos y España.

Los dos optaron por seguir una política, que según los mismos afectados, no se puede calificar sino de tiránica y dictatorial, como acostumbran ellos a calificar a los gobernantes del planeta que no les marchan.

Cataluña y Puerto Rico coinciden en tener una población dividida, unos a favor y otros en contra de mantenerse o no bajo la tutela de sus respectivos centros de poder político.

A ambos gobernantes les ha ido igual de mal, ya que lograron un efecto contrario a lo deseado. En los dos casos la población que estaba a favor de ellos, ante su comportamiento despótico, han terminado, en su mayoría, pasándose al bando opuesto que en ambos casos abogan por la separación.   

Pero centrémonos en España, en aquel país su jefe de Estado se atrevió a decir que en Cataluña no había sucedido nada, muchos menos referéndum, algo que no se lo cree ni su señora.

Dos millones de votantes con un 90 % a favor del sí, es algo que no pasa desapercibido por la opinión pública mundial. Mucho menos la existencia de 900 heridos, incluidos 33 agentes, que no se sabe cómo lo fueron  habida cuenta que en ningún momento se vieron ciudadanos armados  con hondas ni piedras ni morteros caseros y mucho menos bombas molotov, como ellos acostumbran ordenar a hacerlo a sus mercenarios en otros países.

Pero igual, la situación permitió que el ciudadano común y corriente se percatara que los medios de comunicación públicos y privados de su país, en su afán  de  confundir a los lectores, tergiversaban la realidad  de dos maneras igual de perversas, distorsionándola u ocultándola.

La cuestión ha sido tan ostensiblemente notoria que el mismo Consejo de Asuntos Informativos de la TVE (Televisión Estatal Española) en una nota interna manifestó su rechazo a la cobertura sesgada que la cadena le había dado al suceso.

Que organizaciones como el Parlamento Europeo y el Comité Económico Social de la Unión europea, así como el equipo de observadores internacionales que allí estuvieron como testigos de excepción, incluida la ganadora del premio Nobel de Paz Rigoberta Menchú, hayan hecho pública su preocupación por el grado de violencia utilizados por la autoridad  española, es mucho decir.

El mismo New York Times en su página editorial en estos días ha calificado al señor Rajoy de matón, por la manera intransigente y soberbia como ha manejado el asunto. 

Para Barcelona, infortunadamente, el capital transnacional, con Estados Unidos a la cabeza ha comenzado a apretar y ya se habla de una salida abrupta de sus inversores del área, aduciendo una posible inestabilidad política a la que se encontraría abocada dicha entidad territorial, lo que implicaría, según ellos, poca seguridad a sus capitales.

Mejor dicho, ya comenzaron a aplicarle a Barcelona el bloqueo financiero que en su momento le hicieron a Cuba, Irak, Libia y ahora a Venezuela, Nicaragua y próximamente a Bolivia. De Ecuador ni hablemos, no sabemos qué va a suceder en aquel país al mostrarse Lenin Moreno, su nuevo presidente, tan contrario a los planteamientos económicos de Rafael Correa, su antecesor y padrino de candidatura.