La clasificación de Colombia al mundial de Rusia 2018, con tropiezos y todo, ha sido una grata noticia para todos los colombianos. Entre tanta noticia mala, corrupción, traiciones y rupturas políticas, disidencias de las Farc, carteles de la toga y otros, elección de magistrados de la JEP a la medida de las Farc, aprobación de la ley estatutaria de la JEP como claudicación definitiva del Estado de Derecho, etc., la clasificación es un viento refrescante. No obstante, queda la sensación de que, a veces en este país, es más importante lo deportivo que lo institucional.
Tercio Extra: Me causó mucha gracia y preocupación lo que un conocido mío indicó respecto a la JEP durante el partido (creo que lo vio en un tweet): que la JEP era como un partido de Colombia contra Perú, pero con jueces peruanos.