Colombia ha sido uno de los países más acogido por los inversionistas internacionales.
Lo cual, nos empuja al espacio de la globalización con todas sus discrepancias, optimistas y pesimistas según cada caso. Por una parte, el acceso a recursos financieros para todo tipo de proyectos rentables económicamente.
Por otra parte, hay otras cosas que requieren visión y habilidad para convertirlas en grandes oportunidades. No podemos confiar más en que nuestra región seguirá siendo protegida por las fronteras, ya que no son capaces de detener las incursiones de grandes inversionistas internacionales. Las barreras geográficas han dejado de serlo, y la introducción de la economía global es una realidad.
De tal forma, que al competidor potencial que se encuentra en otras latitudes, al aliado tecnológico tradicional, a nuestros proveedores de tiempo completo, no le costará demasiado esfuerzo imaginar una posible incursión directa en nuestro mercado colombiano y sentirse especialmente atraído. Por lo tanto, debemos anticiparlo y prepararnos.
La mejor manera de competir eficazmente, en un ambiente globalizado, es con base en una economía de escala. Hay que ser más grande hoy que ayer y mucho más grande que mañana. Y si no tenemos la fuerza como para ser un jugador relevante en el ámbito internacional, debemos reconocer que los grandes de nuestro negocio están llegando, o van a llegar a ejemplos tradicionales, esto, puede ser un verdadero fracaso.
Ahora bien. El atractivo especial de Colombia, es que es posible crecer a tasas mayores que las alcanzables por los países desarrollados, en los mejores escenarios del mundo.
De tal manera, que no existiendo barreras geográficas ni internacionales, y en cuestión de poco tiempo, los mercados inteligentes de ser manejado con base en estandarización y economías de escala entrarán, irremediablemente, en manos de pocos grandes jugadores. Tal es el caso, de los almacenes de grandes superficies, las cervezas, las telecomunicaciones, entre otras.
Por lo tanto, para tener un gran sentido de valor, los empresarios colombianos, deben aumentar el atractivo con atinados procesos tecnológicos y una táctica de precios para que los jugadores grandes se fijen en ustedes. Además, es fundamental examinar en qué fase se halla su sector y cuál puede ser su futuro en el campo de la globalización.