‘Avatar’, la fotografía y el cine

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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



El lunes pasado, festivo en Colombia, uno de los canales de TV incluyó en su programación la película ‘Avatar’ estrenada en el 2009, escrita, producida y dirigida por James Cameron. Ganó tres premios Oscar por dirección, efectos visuales y fotografía. Son tres horas de ficción pura. Frente a semejante derroche tecnológico, quienes conocieron el cine cuando apenas dejaba de ser mudo y todavía no se pensaba en efectos especiales, se hubieran paralizado en sus sillas al observar hasta dónde ha llegado el séptimo arte. Esos abuelos alcanzaron a disfrutar del cine sonoro y hasta se maravillaron con las películas en color, la técnica del Cinemascope y otras tantas innovaciones características de las llamadas ‘superproducciones’. No es necesario nombrar filmes de esas épocas. Pero sí podemos recordar aquellos tiempos en los que por nuestros barrios aparecía cualquier tarde un vehículo cerrado, con grandes avisos en los costados para anunciar la efectividad de Mejoral (porque ‘mejor, mejora, Mejoral’), o de Sal de Uvas Picot, o de Sal de Frutas LUA o de la infalible O.K. Gómez Plata. Por esos años Mejoral no necesitaba propaganda porque se usaba hasta para arrancar de raíz los callos. Las sales promocionadas por las camionetas mencionadas eran artículos infaltables en los hogares, donde se los guardaba en ‘frascos bocones’ a disposición de toda la familia.


Esos vehículos recorrían los barrios en busca de paredes más o menos blancas para proyectar películas que ya en esa época eran viejas. Sin embargo, los niños seguían detrás del ruidoso automóvil que los guiaba hasta la improvisada pantalla de turno. El desorden causado por la algarabía de la chiquillada antes, durante y después de la proyección era total. Solo destacamos el asombro que se reflejaba en los rostros infantiles ante el paso de una caravana o diligencia perseguida por los indios en el Oeste norteamericano, o de la captura ¡por fin! del ‘malo de la película’. El ‘Chacho’ tenía siempre que ganar.

Como es fácil de suponer, nadie pensaba en los procesos que debió sufrir el cine para llegar a ese estado de desarrollo; y la verdad es que no era importante averiguar  los orígenes del cine, cuándo se creó y a quiénes debemos esta invención que nos permite deleitarnos con imágenes como las de ‘Avatar’. Si somos agradecidos tendremos que honrar la memoria de dos hermanos franceses: Auguste-Marie y Louis-Jean Lumière, quienes entre 1894 y 1895 obtuvieron una sustancia gelatinosa compuesta con bromuro. La primera película filmada por los hermanos Lumière muestra a los obreros de la fábrica de su padre en el momento de su salida. De esos mismos días es ‘La llegada de un tren a la estación’. Siguieron otras cortas secuencias, entre ellas ‘El jardinero rociador rociado’, de carácter jocoso. Pero... para que apareciera el cine fue necesario que Joseph Nicéphore Niépce inventara primero la fotografía, allá por el año 1826. A partir de la fotografía hubo grandes aportes al desarrollo de la ciencia y la tecnología a lo largo del siglo XX: La radiofoto, la telefoto y la televisión son apenas unas pocas de sus derivaciones.

Carlos Fuentes, escritor mexicano que mantuvo estrecho contacto con el séptimo arte como espectador apasionado desde niño, actor ocasional, guionista y amigo de grandes actores, actrices y directores de cine, cita en su obra “Pantallas de plata” a 500 personajes de ese mundo virtual. Critica actuaciones y explica éxitos y fracasos de muchos de ellos, sobre todo al pasar del cine mudo al sonoro. ¡Cuán largo es el camino que une a ese cine mudo con ‘Avatar’! Y eso que esta película fue estrenada hace ya ocho años y el cinematógrafo no ha dejado de innovar.


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