Resistencia a acatar la ley

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Aunque el poder legal instituido se considera soberano, a todas luces es limitado. Salirse del marco constitucional una norma, genera ilegitimidad, ilegalidad; desbordamiento del comportamiento ciudadano, que se reflejara en el inconformismo.


Se debe crear conciencia, educando a la comunidad sobre la importancia de acatar la ley, no infringirla; al desacatarla y desafiarla, seguramente encontraremos una respuesta: Sanción. La ley por sí misma no es cumplida por todos; no vivimos en un Estado idealista. El Estado ha establecido agentes y organismos para hacerla cumplir. Desde los primeros años de estudio aprendimos que existen Órganos de Poder del Estado, que son tres: El Legislativo, El Ejecutivo y El Judicial. El primero las elabora, el segundo las hace cumplir y el tercero, imparte justicia.

El Estado al generar leyes para su sostenimiento, debe tener en cuenta la dignidad de la persona; Locke, Ghandi y Martin Luther King, consideraron que este principio debe ser fundamental en la conformación de las leyes. Actualmente las leyes deben soportar un examen de constitucionalidad.

Podríamos decir, que con adecuada relación de derechos y obligaciones, encontraremos la capacidad de reflexionar y determinar en nuestras vidas y entorno, un verdadero proceso, que nos ubique y entendamos en cualquier lugar, a que estamos obligados y que derechos tenemos. En cualquier panorama de nuestras vidas, estaremos bajo las circunstancias y consecuencias de normas; saliéndonos de esos parámetros, estaremos en lo indebido. No vamos lejos, quien de ustedes no ha oído el axioma: a donde fueres haz lo que vieres; saliéndonos de esos lineamientos veremos las consecuencias, muchas veces no muy agradables.

Los que hemos tenido la oportunidad de viajar a otros países, un poco más civilizados que el nuestro, recordamos que allá conducíamos debidamente, no arrojábamos basura a las calles, no fumábamos, ni tomábamos licor en espacio público o parques, no provocábamos peleas. Entonces ¿Por qué al volver a Colombia hacemos todo lo contrario?. Si aprendimos allí, perseveremos aquí. ¿Qué nos pasa?. ¿ Será que nos gusta cazar en los Zoológicos?.

Si actuamos como ejemplares ciudadanos en tierras extrañas; claro que está de por medio la sanción. ¿Por qué no actuamos igualmente en nuestro país?. No seamos ilusos ni osados, menos necios por experimentar o por gusto ante el ordenamiento jurídico que permanezcamos; de ser así la situación se volvería peor.

Con suma urgencia debe aparecer el factor preventivo, que eduque, trasmita, no solo previamente a la norma; sino que sea constante. Ahora recuerdo un grafitis ubicado en una ciudad al sur del país, grande por cierto el grafitis que decía: “Si pisas mi pan, pisare tus leyes”. ¿ Nos pone a pensar?.

Colombia es un Estado Social de Derecho, así lo expresa nuestra Carta Magna y dentro de la constitucionalidad, esperamos surjan normas dentro del respeto y la dignidad humana. Queda claro que la no satisfacción de nuestros derechos fundamentales y las exigencias legales gravosas, sacaran de casillas a muchos y los pondrán a protestar. Las autoridades estatales han perdido la credibilidad, lo dice la ciudadanía, debe ser propósito de ellas, recobrar la confianza, actuando pronta y debidamente dentro de los parámetros legales.

Por lo que hemos expuesto, se necesita que aparezca pronto, muy pronto una sana o acorde convivencia, que estableciéndose, produzca frutos saludables, sin garrote y sin zanahoria.