Crisis en la justicia

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Oscar Bravo Rosado

Oscar Bravo Rosado

Columna: Opinión

e-mail: oscarbravo825@gmail.com


Señalaba Ulpiano que “La justicia consiste en la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo”, una realidad que en Colombia está lejos de cumplirse, este jurisconsulto quería decir que lo justo es lo que debe ser asignado a cada cual, ser imparcial algo que relacionándolo con la realidad que se vive en nuestro país donde la impunidad y la injusticia social es el pan de cada día, y donde no se ve reflejada ningún tipo de intervención por parte del Estado, implica que vivamos en un país en caos, el colapso de la justicia se ve manifestada por el incremento de personas corruptas con falta de integridad y ética, las cuales ocupan altos cargos solo para enriquecerse y favorecer a sus familias y a las personas de “ alto prestigio” afectando de esta manera a las personas humildes y trabajadoras.


Es tan precario el estado de la justicia en nuestro país que según un estudio reciente el 83% de los colombianos no cree en el sistema judicial frente a un 15% que sí confía, una cifra que debería de alarmar a nuestras autoridades, para que tomen cartas en el asunto y generen mayor confianza en la comunidad, entre las causas que generan esta desconfianza encontramos la lenta solución de los conflictos y los procesos que se llevan a diario en La Rama Judicial y la ineptitud por parte de los jueces y magistrados que supuestamente deberían de impartir justicia, un término que han acomodado a su parecer para lucrarse y tener más poder.

En síntesis viendo la situación tan critica que se vive en Colombia, una solución para esta problemática sería realizar una verdadera reforma a la justicia donde se garantice a cada uno de los ciudadanos una plena protección de sus derechos y generar una imparcialidad y eficacia por parte de los administradores de justicia, si bien es cierto nos encontramos en un estado social de derecho, democrático en el que se debe mantener una administración de justicia bien organizada, eficaz, confiable, respetable y segura, un sistema sin estas características está condenado al fracaso.