La refrendación del nuevo acuerdo

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



El nuevo acuerdo de cese al conflicto bélico Gobierno – Farc, como debe llamarse, así le llamaré y no un acuerdo de paz permanente; sobre su alcance a lo incorporado ha sorprendido a muchos y con cabeza fría los ha puesto a opinar, unos con voz fuerte, otros suavemente; pero siempre pensando que los acuerdos se implementen cuanto antes.

Es de considerar y resaltar que voluntad de cese al conflicto, de manera bilateral permanece, queda demostrado y probado ante el país y el mundo por las partes, ya que no se han presentado enfrentamientos verbales, menos bélicos; eso lo celebramos los colombianos, pero no puede darse mucha confianza, cualquier pacto puede resultar frágil. Uno de esos sorprendidos ha sido el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, quien manifestó que necesitaba un plazo prudente para poder opinar sobre los nuevos acuerdos: “este texto no es corto ni es fácil”.

Es indudable que el gobierno de Santos, acatando el resultado del plebiscito, atendió las solicitudes, requerimientos o exigencias de los del No, e inmediatamente engranaron el trabajo las comisiones negociadoras del Gobierno y las Farc por espacio de un mes, resultando un nuevo acuerdo. ¿Mejoró, empeoró o siguió igual? Creemos que si en esas condiciones fueran menos los abogados, que en sus mentes estuviera la razón, el control y la sensibilidad, habría resultado un mejor acuerdo; pues no se trata de soltarle la rienda a un caballo salvaje, que saldrá a todo galope votando hasta el jinete. ¿Adónde irá ese caballo solo? En sentido figurado ese equino debe ser controlado, domado no a látigo ni a palo y debe llegar con su jinete el presidente Santos a la ceremonia mostrando algo más y recibir el Premio Nobel de la Paz el próximo 10 de diciembre. Surge el gran interrogante. ¿Quién refrendará el nuevo acuerdo Gobierno- Farc?, varias son opciones que se presentan; unos dicen debe ser vía plebiscito, otros por el Congreso de la República. Del primero muchos no quieren saber; ni siquiera desean oír de esta palabra; lo consideran fastidioso, costoso y desgastante, recordemos que la refrendación fue acordada previamente por las partes y sería el plebiscito. Toma más fuerza que la refrendación la hará el Legislativo. En esta oportunidad no se trata de cualquier acuerdo de libre comercio que le corresponde constitucionalmente refrendarlo al Congreso. El Presidente de la República es el jefe del orden público y a él corresponde lograrlo, designando el destino de la refrendación, afirma una tesis.

Lo que no se debe es tener mente cerrada, ni rígida a cambios necesarios, renovadores e incluyentes, ya que ante cualquier proyecto o acuerdo aparecerá su evaluación, resultando uno mejor; esto es una ley muy natural, no jurídica.

Cabe preguntar aquí: ¿Quién tiene más poder, el pueblo o el Congreso de la República? El poder soberano del pueblo no debe, ni puede negarse.

Actualmente en Colombia es vox populi que al país no hay que polarizarlo, y que un nuevo plebiscito provocaría esto. De ahí que se fije más la atención para que el nuevo acuerdo sea refrendado por el Congreso de la República; ya en el confluyen las dos visiones libres del Sí y del No y que se debatirán a través de tres proyectos de ley con temas bastante polémicos, como son la ley de amnistía, justicia transicional y participación política.

Este acuerdo debe constituirse como un paso adelante, importante en el camino de Colombia hacia una paz justa, verdadera y duradera que por fin acabe el conflicto bélico con uno de los grupos armados por más de 52 años.