El vuelo del ganso

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Carlos Bustamante Barros

Carlos Bustamante Barros

Columna: Columna Caribeña

e-mail: cm-bustamante@hotmail.com



En estos tiempos modernos en que campea la falta de solidaridad con el prójimo, resulta apropiado recordar ejemplos que en razón de su naturaleza son edificantes, como es el caso del vuelo del ganso, ave parecida al pato, utilizada en un principio por el hombre, para obtener su carne, huevos, definida por las ciencias naturales como perteneciente a la familia de anserifoformes o lamelirrostros, muy buenas para el buceo atrapando peces, migratorias, pico aplanado recubierto de piel fina con extremidades curvas.

Las enseñanzas para los humanos de esta ave son realmente enriquecedoras, radica especialmente en el sentido de equipo que poseen cuando vuelan formando vértices en los aires con sus compañeros emplumados, facilitando con ello la dinámica de vuelo en ascensos vertiginosos al firmamento ayudadas por las corrientes de aire, cuando están en pleno vuelo el ganso puntero suele cansarse por el esfuerzo desplegado, recordemos que por esta condición es el que mayor exigencia física tiene, entonces es reemplazado rápidamente por otro ganso de la formación evidenciando con ello su sentido de equipo, en ese momento crucial del intercambio los demás gansos integrantes del vuelo graznan para animar al novel puntero a continuar y esa manera conservar la formación en el vuelo, pero esto no es todo, cuando el infortunio toca con sus alas negras y largas a alguna de las aves y cae desde las alturas por enfermedad o herida a bala por cazadores inconscientes, dos de sus compañeros de vuelo descienden de la formación para acompañarla hasta la superficie, brindándole su protección requerida, hasta que finalmente se recupera o en el peor de los casos muere (demostración sentido de equipo y solidaridad).

En ningún momento la dinámica del vuelo se pierde, este continúa dentro de los parámetros normales permitiendo con ello el avance propuesto, es decir el acto solidario de prestar apoyo a los compañeros en dificultades, no es óbice alguno para impedir el desarrollo trazado, gran enseñanza esta en estos tiempos actuales en que el individualismo raya en límites de lo exagerado, transgrediendo así los adelantos requeridos exigibles en diferentes empresas o instituciones, perdiendo el impulso propuesto.

¿Quien pudiera creer que una simple ave como la señalada, cuyas actuaciones son impulsadas por instintos desarrollados, carente de inteligencia, reservada sólo al hombre rey de la naturaleza por designio divino, adopte mediante esos actos señalados ejemplos nobles digno e imitar por su sentido de equipo, solidaridad, segmentos estos en los que flaquea con creces quien domina ampliamente la madre naturaleza adaptada a su criterio?

Estos son consideraciones sobre las cuales el hombre en sus diferentes reflexiones de orden filosofal, sociológico, religioso, nunca ha sido posible ponerse de acuerdo, todo lo contrario pululan tesis contrarias de las actitudes humanas en torno a la falta de solidaridad, individualismo, van relacionadas con las condiciones intrínsecas humanas de sus propias particularidades espirituales, mientras otras veces a la codicia de los bienes terrenales del hombre.

Recuerdo cual estela fulgurante de luz en la noche oscura, los acápites bíblicos enunciados por el cristianismo universal en los que refiere que uno de los doce apóstoles de Jesús llamado Pablo cuyos bienes materiales fueron cuantiosos producidos por su actividad de agiotista, en la que una vez fue seducido por las enseñanzas del apostolado Cristiano pregonado por el propio hijo de Dios hecho hombre, decidió repartir sus acreencias a los pobres, para seguir a Jesús en la predicación de la novel doctrina por las regiones de la antigua Palestina y sus confines ilimitados, demostrando con ese acto de desprendimiento su solidaridad con el prójimo, en la que es preciso señalar en estos tiempos modernos muy poco factible que eso ocurra por cuanto subyacen los intereses materiales por encima de todo, entendible por el capitalismo salvaje así como la economía globalizada que desarrollan los países del mundo en su conjunto.

El escritor portugués José Saramago también se ha referido en su obra Caín a ciertas estigmatizaciones que sitúan al género humano en la condición de miserables que incluye la carencia solidaridad humana e individualismo excesivo, pero en un juicio bastante duro e inusual de la divinidad sitúa en preferencias celestiales, es decir desliga el actuar del hombre a las diferentes condiciones sociológicas endilgándolas en cambio al creador universal, sin saber las razones reales evita hacer enunciación del demonio como responsable impulsor de los actos malos desarrollados por el ser humano como nos lo explica las parábolas cristianas en sus enseñanzas vivificantes frescas al paso de los siglos como las rosas al amanecer.

La visión de los pueblos indigenistas cuya condición sui generis es de carácter colectiva, sitúa los comportamientos insolidarios e individuales a falencias humanas, pero no alberga en modo alguno resentimientos revanchistas futuristas por tales actos, lo cual es una manera ciertamente civilizada de observar las complejidades humanas en sus fortalezas y debilidades por supuesto.

Ya cuando el sol declina en la tierra del olvido en que nos encontramos, para dar paso a la noche oscura que lo cubre todo con su manto negro y largo, veo volar en los confines del firmamento azul del Caribe colombiano, a múltiples aves volando en forma de vértice, son los gansos salvajes que en su condición migratoria se dirigen a cualquier parte del mundo, llevando cada una de ellas en su vuelo estoico y sereno ejemplos de esperanzas para todas aquellas personas que quieran recibirla.

Post data: me queda la duda si existe la terminología gansa como tal en la descripción feminista de la citada ave, o si por el contrario la acepción gramatical ganso es usado para referirse ambos sexos, lo cual averiguaré por Wikipedia la enciclopedia libre del Internet. El mundo y la vida siguen su curso…