Santos ¿Por qué no te callas?

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jacobo Solano Cerchiaro

Jacobo Solano Cerchiaro

Columna: Opinión

e-mail: jacobosolanoc@hotmail.com

Twitter: @JacoboSolanoC



Otra vez el presidente Santos metió la pata, como ya es costumbre cuando tiene problemas, en el Foro Económico Mundial dijo que tiene información amplísima de que si no se firma la paz, las Farc iniciarán una guerra urbana, una clara y torpe amenaza al pueblo para que le aprueben su plebiscito de su paz politizada al extremo y de paso señalando una abismal diferencia entre los muertos del campo y las ciudades.


La salida en falso de Santos, no solo desencadenó una tormenta en la opinión, fue un tsunami mediático que traspasó fronteras por la gravedad de la expresión. Quien salió a defender tamaño disparate, fue el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, otro que a diario mete la pata; así estamos, en manos de un gobierno con complicaciones de todo tipo: paros campesinos sin resolver, paro camionero, profesores inconformes, economía en picada, el sistema de salud colapsado, inseguridad desbordada en las ciudades; pero esto no es lo más grave, lo neurálgico es que el timonel del barco no tiene el más mínimo sentido común para gobernar, la verdad es que no entiendo cómo Santos ha llegado tan lejos, aunque pensando mejor sí entiendo, siempre ha vivido de las relaciones que le dejaron sus padres por el diario El Tiempo y, pasito a pasito, terminó una carrera y comenzó a lagartear para saltar de puesto en puesto, con ayuda de asesores y siempre con la plataforma del periódico más importante del país, llegó a la Presidencia por la torpeza de Álvaro Uribe, quien nos dejó embarcados con semejante petardo, que puede darse el lujo de presumir de su popularidad, ya logró caer al 13% y con su perverso manejo centralista, ha alejado la presidencia de las regiones.

Pero más allá de tener un Presidente con tantas cualidades, lo que está en juego es el futuro del proceso de paz y, para ser sinceros, el principal enemigo del proceso no es Uribe, ni las Farc, ni la gente que no lo acepta, es el propio Juan Manuel Santos, no se mide y cada día se supera a sí mismo, tiene la idoneidad para salir con una barbaridad mayor que obliga a los colombianos a repensar la opción de votar. Además, la paz se ha convertido en una apuesta jarta entre uribistas, quienes meten miedo con el castrochavismo y Santos, que por el afán de ganar nobel, hace lo que sea para que le aprueben un plebiscito en veremos, hasta el punto de acudir a las amenazas.

Ninguna de las dos teorías las compro, ni seremos como Venezuela ni las Farc tienen capacidad para seguir con una guerra urbana; lo innegable es que Santos escogió el peor momento para su desatino porque, según muestran las encuestas, la elección está muy apretada y hay prácticamente un empate entre el sí y el no, expresiones como estas hacen que los indecisos tomen la vía de la abstención, por tratarse de unos intereses marcados que solo buscan beneficios electoreros basados en la impunidad.

El mensaje es para el columnista Luis Noé Ochoa, quien le hace los discursos al Presidente, que no lo deje improvisar, un teleprompter sería un buen regalo en el Día del Padre, a ver si no la sigue embarrando y que por favor se ocupe, aunque sea un poco, de los demás temas del país diferentes a la paz. ¿Será mucho pedir?

@JACOBOSOLANOC