Corrupción

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Escrito por:

Tuto Santos Araújo

Tuto Santos Araújo

Columna: La Columna de Tuto

e-mail: tutinoaugusto@yahoo.es



Sin duda alguna el extraordinario periodista Mauricio Gómez, hijo del inmolado líder conservador, Álvaro Gómez, se anotó un total éxito con una serie de informes la semana pasada en el Canal Uno, sobre la corrupción tanto pública y privada que carcomen al Estado colombiano.


Corrupción en Saludcoop, en Educación, en Minas, en Reficar, en Pacific Rubiales, Alcaldía de Bogotá y en muchas otras entidades con robos que superan los billones de pesos, es sorprendente e indignante. Empero el más notorio de todos por la potestad que representa es el de la Justicia.

Justicia sinónimo igualdad, rectitud, probidad, derecho, expresaba el jurista romano, Ulpiano “La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho”. Cicerón la definía como “Justicia es un hábito del alma, que observado en el interés común otorga a cada cual su dignidad”.

Observar ese cruce de puestos entre magistrados con Fiscalía y Procuraduría da realmente tristeza. Puestos para esposas, hijos, hermanos, cuñados, amigos, en fin una clientela que cualquier político envidiaría. Muchos dirán es que para eso es el poder. Empero acá hablamos es de quienes imparten justicia así con mayúscula.

Otro ejemplo era el de que se elegían a sus auxiliares o sus amigos abogados en reemplazo de varios días con los cuales lograban aumentar su salario. O del viaje de la una entonces magistrada y algunos compañeros por las islas del Caribe, con sueldo remunerado, o sea iban a leer expedientes observador el inmenso y azulejo mar que los llevaba, o el de una par novios magistrados quienes iban al exterior juntos con dineros del erario, a conferencias internacionales; con esos viajes ya para qué luna de miel.

Recuerdo ejemplos de magistrados que ante todo sabían su responsabilidad con el Estado. Uno Jaime Araujo Rentería, en sus ocho años de magistrado en la Corte Constitucional, no permitió que su esposa ejerciera la profesión. Y el del exministro Yesid Reyes que cuando se posesionó como Ministro de Justicia, cerró de inmediato su bufete de abogados.

¿Por qué ellos dos, sí?, y los otros ¿no?

Longaniza. Tristeza produce la partida del maestro Jiarafales. Paz en su tumba querido profesor.