El empuje de Montería

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Esta semana, en la pujante y hermosa ciudad de Montería, tuve el honor de participar en un foro sobre las perspectivas de la agroindustria en la región Caribe. Da envidia de la buena ver el progreso y el desarrollo de este importante centro de producción ganadera, agrícola y forestal del país. La excelente Administración Municipal que ha resultado de la alternación de la dupla Pineda-Correa por tres periodos, ha permitido rescatar y blindar a la ciudad de la politiquería, el desgreño administrativo y la corrupción pública.

Las veces que he compartido experiencias de éxito en gestión y desarrollo territorial con este par de líderes emprendedores, he notado que parecieran ser de la misma escuela de Enrique Peñalosa en Bogotá y de Alex Char en Barranquilla. Experiencia y preparación, equipo de alto nivel, agenda estratégica, transformación cultural, sinergia con el Concejo, comunicación constante con la ciudadanía, menos promesas y más logros.

Sin duda alguna Montería se ha convertido en la ciudad de mayor progreso en nuestra región Caribe. No voy a enumerar y a describir las grandes inversiones en infraestructura vial, servicios públicos, urbanización y zonas de recreación que le han cambiado por completo la cara a la ciudad. Quiero referirme a la excelente idea de estos mandatarios de convertir a Montería en la primera Agrópolis de Colombia, una especie de ciudad especializada en producción de alimentos de alta calidad, centros de investigación, escuelas de emprendimiento rural, industria agroalimentaria, turismo rural, logística e infraestructura de comercio exterior.
Este modelo de planeación con visión de territorio, viene siendo impulsado por Findeter, a través de su programa “Diamante Caribe”, el cual busca la transformación de la región por medio de proyectos estratégicos orientados a potencializar el campo, lograr mayor competitividad y generar mayores ingresos a más de 11 millones de habitantes. Parece que la cosa va en serio. En el foro Caribe Agro, organizado por El Heraldo, el pasado jueves, el Alcalde anunció las primeras inversiones en la construcción de ese parque agroindustrial, donde ya hay propuestas concretas de instalación de las primeras industrias para la transformación del aceite de palma, pulpa de fruta, industria del maíz, cárnica y láctea. Además se anunció la realización de un estudio de zonificación agrícola para desarrollar cultivos altamente competitivos de acuerdo con las condiciones agroecológicas de unas 350.000 hectáreas, aptas para agricultura en ese departamento. No tiene sentido por ejemplo, que los productores de Córdoba estén enviando en tractomulas a Medellín, Bucaramanga y Bogotá el ganado en pie para que se los regresen en bandejas como bife de chorizo argentino; o que las miles de toneladas de maíz blanco se las transformen por fuera en arepas bogotanas o harina pan venezolana; como también sucede con el maíz amarillo el cual les regresan transformado en alimento balanceado para la cría de pollos y cerdos que consumen los 1.7 millones de cordobeses.

Con el desarrollo de Agrópolis del Sinú, la transformación y comercialización de esos alimentos se hará desde esos centros de producción, generando valor agregado, empleos y mayores ingresos a la inmensa población de esa pujante región.
Por ahí es la cosa, estimado Alcalde.
Twitter: @indadangond


Más Noticias de esta sección