El genocidio en la independencia

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Carlos Bustamante Barros

Carlos Bustamante Barros

Columna: Columna Caribeña

e-mail: cm-bustamante@hotmail.com



Algunos historiadores coinciden en señalar que durante el proceso de la independencia de nuestro país del imperio español, se cometió la peor barbarie de crímenes que se tenga noticias en el mundo, a tal punto que los genocidios eran frecuentes, comunes, cosa de todos los días, que tuvieron como artífices directos a los conquistadores ibéricos destacados en esta parte del mundo durante las épocas infaustas del colonizaje que a mala hora tuvo ocurrencia en el suelo patrio.

Uno de los peores genocidios fue el asedio de las tropas de Pablo Morillo a Cartagena en la cual sus diez mil hombres una vez diezmaron la resistencia criolla por las enfermedades y por hambre, el señor de marras mencionado dio órdenes terminantes a su tropa de fusilar a los sobrevivientes en masa en la que por supuesto había niños, mujeres y ancianos, erigiéndose la particularidad señalada como uno de los peores y más graves genocidios del mundo registrado en toda su historia en la que se calcula murieron asesinadas más de mil personas.

Otros oficiales ibéricos nombrados por Morillo durante la reconquista como el capitán Bedoya, Barreiro, Sámano, continuaron adelantando exterminios masivos a la población civil en los asentamientos ubicados a lo largo del río Magdalena, río Sogamoso, hasta llegar finalmente al altiplano cundiboyacenese, el objetivo por supuesto era de infundir miedo y terror a los granadinos para reconquistar y consolidar su poderío en las colonias.

Estos genocidios también tuvieron ocurrencia en el territorio del Apure en Venezuela cuando los troperos del conde de Cartagena Murillo arrasaba inclemente a los pobladores de las inmensas llanuras en la que incluso soldados criollos reclutados para su regimiento viendo tanta barbarie con más de ochocientos muertos deciden cambiar de bando como el célebre Juan José Rondón que posteriormente ocuparía lugar importante en la historia como uno de los artífices de la victoria en el pantano de Vargas que selló nuestra independencia del imperio español para siempre.

Tanta barbarie genocida es cierto que fue puesta en práctica por Morillo y sus oficiales, pero ordenadas desde ultramar por el rey Fernando VII de Borbón el cual es el autor intelectual y legítimo responsable de los múltiples actos de genocidios registrado en las indias occidentales, el cual fue considerado por sus súbditos como un hombre sin escrúpulos, vengativo y traicionero, rodeado casi siempre de aduladores, curiosamente lo llamaban el deseado, reputado como el peor monarca español en toda su historia , uno de los apartes del pasado relata que escribió a Morillo reprochándole de no poder derrotar a "aquella gavilla de salvajes poco numerosa", así se refería el rey mencionado a los criollos, cuyo actuar posterior estaba destinado a ocasionarle a España la peor derrota militar de todas los tiempos.

Por razones obvias los cuadros criollos como Simón Bolívar, José Antonio Páez, Francisco de Paula Santander, Juan José Rondón, Hermogenez Maza, Leonardo Infante, Lucas Carvajal, entre otros, los actos de barbaries genocidas no pasaron desapercibidos, todo lo contrario fue creando justificantes para enfrentar a un enemigo sanguinario y violento, lo cual no podía ser de otra forma que empleando la espada para su aniquilamiento total, fue lo que sucedió poco tiempo después, por ello algunos historiadores emulan al Libertador de la patria y demás cuadros señalados al nivel de genocidas.

Sin embargo, los señalamientos de genocidas a los libertadores de la patria por haber aniquilado a las tropas españolas invasoras es bastante discutible, es preciso analizar las circunstancias de tiempo modo y lugar para inferir con aceptable certeza la designación esbozada, en la cual es menester partir del estado de guerra de la República de la Nueva Granada a principios del siglo XIX, enfrentado a un ejército realista devastador y cruel que cortaba cabezas de los líderes criollos y las exhibía en lanzas, subvirtiendo los principios más elementales señalados en los postulados de los Derechos Humanos, ¿de qué manera los cuadros granadinos podían tratar a los criminales aberrantes y confesos?

De otra parte los genocidas españoles invasores de nuestro territorio en el régimen absolutista no aceptaban ningún tipo de acuerdos con los criollos que les evitaran llegar a la confrontación armada ya que el ideal supremo de los mismos eran someter a la esclavitud nuevamente a los pueblos granadinos, Antonio Nariño, granadino notable por su inteligencia, hizo esfuerzos desde pasto para auscultar fórmulas que lograran entendimientos con Sámano (jefe gobierno realista en Bogotá) a lo cual la intransigencia y nepotismo del susodicho personaje logró que fracasaran los intentos civilizados de negociaciones.

Los que cometieron actos de genocidios en la independencia fueron los españoles y no los granadinos como intentan equivocadamente hacer creer algunos historiadores, los cuales pretendían con la reconquista someter nuevamente a la esclavitud los pueblos pacíficos de esta parte del continente americano, que se vieron forzados por las circunstancias a organizarse y hacer uso del derecho a la legítima defensa para enfrentar al enemigo poderoso e inclemente