Colombia recuerda con enojo el alboroto que generó el sistema de captación ilegal de dinero, establecido por el señor Diego Murcia Guzmán; proceso financiero conocido simplemente como DMG o técnicamente como D.M.G. Grupo Holding S. A.; este mecanismo se llama Pirámide. También es conocido como Esquema Ponzi. Para que el mecanismo funcione se requiere que la cantidad de aportantes nuevos sea mayor que los ya existentes, a fin de que los beneficios adquiridos por los primeros inversionistas sean generados con los aportes de ellos más otros de los nuevos inversionistas que caen engañados por la ambición de obtener grandes beneficios.
El Sistema Pensional de Colombia tiene una gran similitud con lo anteriormente expuesto. Los principios del modelo pensional actual de nuestro país, régimen de prima media, establece que quienes se afilien y coticen al sistema ahora, financien parte de las pensiones de los ya pensionados y a quienes se vayan a pensionar en un corto plazo. La cuestión es que cuando a estos cotizantes jóvenes les llegue la oportunidad de pensionarse, deberá haber una nueva masa de jóvenes que financien sus pensiones, y así sucesivamente.
Debido a esta pirámide es que tanto Colpensiones como Asofondos hacen malabares o combinaciones artificiosas para que la legislación obligue a la juventud a cotizar para pensión. Además, como si esto fuera poco, el Gobierno con el apoyo del Congreso se inventaron los Beneficios Económicos Periódicos Sociales (BEPS) los cuales han presentado vestidos con chispitas luminosas como la regla mágica para que los más pobres (Niveles I, II o III del Sisbén) que reciben ingresos inferiores a un salario mínimo y que no tienen vinculación laboral, ahorren voluntariamente alguna suma para su vejez.
Minhacienda y el Congreso saben que en Colombia ningún pensionado, bajo el régimen de prima media, ha cotizado lo que le pagan por su pensión. Debido a eso, debemos en primer lugar generar opciones de empleo, enlazar más jóvenes y completar con subsidios asignados con los dineros de los impuestos. Afortunadamente esa pirámide pensional tiene piso; ello es, por supuesto, los recursos disponibles de los Ingresos Generales de la Nación.
Los colombianos reconocemos y admitimos que la mayor amenaza a la sostenibilidad financiera para el sistema de pago de las pensiones es la informalidad laboral. La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) ha revelado que el valor pensional a futuro ascendería a 144 % del Producto Interno Bruto (PIB). También indicó que 85 % de ese costo corresponde a subsidios aportados por la nación. @WILFRIDODELAHOZ