Ecopetrol y la caja de pandora

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

El Pájaro de Perogrullo

El Pájaro de Perogrullo

Columna: Opinión

e-mail: jplievano@outlook.com



Conforme a la mitología griega, Zeus, en su afán de vengarse de Prometeo, quien robó el fuego, creó a una bella, seductora y curiosa mujer llamada Pandora, que a su vez envió a casa de Prometeo.

 

Su hermano, Epimeteo, apenas posó sus ojos sobre ella, sucumbió a sus encantos y se casaron. Pandora, sin embargo, no había llegado sola. Llegó con una caja que contenía escondidos y contenidos todos los males de la humanidad. La bella y encantadora Pandora, a pesar de haber sido advertida de no abrir la caja, un buen día le pudo la curiosidad y la abrió. Así, escaparon todos los males que hoy en día padece la humanidad.

En la actualidad, sin embargo, hablar de la Caja de Pandora es sinónimo de abrir una olla llena de podredumbre y corrupción. Y eso es precisamente lo que está pasando con Reficar. Una vez terminada la obra de ampliación y mejora de la refinería, la Contraloría encontró aparentes sobrecostos por más de US$4.000 millones. No cabe duda que esto parece toda una Caja de Pandora. Habrá que ver que arroja finalmente la investigación de la Contraloría para determinar si los mayores valores en la ejecución de los contratos son justificables por mayores cantidades de obra o por aumento de los precios de los insumos o por sobrecostos debido a caso fortuito o fuerza mayor o hechos de terceros (Sindicato) o simplemente se deben a ineficiencia, negligencia o corrupción. Lo que queda claro de todas maneras es que el Estado es pésimo administrador.

No es adecuado que el Estado tenga empresas que participen en la economía, en la producción o comercialización de bienes o la prestación de servicios. Esto es absurdo y es la receta perfecta para la creación de Cajas de Pandora. Y lo de Reficar debe ser la "Punta del Iceberg" de la corrupción en las empresas del Estado y en especial Ecopetrol. La Contraloría también debería analizar en que se gastaron toda la plata de la bonanza petrolera. Mucha plata de esa bonanza terminó en dividendos girados a la Nación que se malgastó. Otra tanta terminó seguramente enredada en la ineficiencia y burocracia de Ecopetrol o simplemente en inversiones inocuas, conforme a que Ecopetrol no tiene campos petroleros nuevos.

Para completar todos los males de Reficar,  la planta no cuenta con un oleoducto que la surta directamente del petróleo que debe refinar. En algún momento se pretendió hacer un oleoducto desde Coveñas pero esta iniciativa terminó enredada en las redes burocráticas. Ahora Reficar deberá importar el petróleo que va a refinar. En fin, todo un desastre. Mientras tanto, Santos, en su típica actitud de "Pilatos", le echa la culpa al gobierno anterior. Acá lo importante desde el punto de vista de gobierno (diferente a lo que deben hacerlos organismos de control) es corregir el rumbo y no echarle la culpa a otros. A mi juicio el problema es de raíz. El Estado no debe tener negocios.

El Estado debe limitarse a hacer políticas públicas. Por ello, desde el primer momento que se hizo el negocio empezó el problema, pero seguir ejecutando el contrato, en medio de sobre ejecuciones presupuestales, es lo que al final es lo más reprochable. Así, culpar al gobierno anterior es un sofisma de distracción para distraer la atención de la ciudadanía sobre el verdadero mal que es la corrupción en la que nos encontramos inmersos en la actualidad. Hay que destapar más Cajas de Pandora y ponerle fin a la posibilidad de tenerlas en el futuro reduciendo el tamaño del Estado y que este se limite a promulgar y hacer cumplir políticas públicas.

Por El Pájaro de Perogrullo
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.