Expresa el presidente JMS, que para aminorar gastos, los ministros de ahora en adelante, en sus vuelos internacionales lo hagan en clase económica. Al día siguiente el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, envió fotos en el cual está sentado en silla económica con cara de yo no fui, en un viaje para Suiza.
Ridícula la foto del ministro posando de humilde, cuento que nadie le cree, pues este señor quiere una Reforma Tributaria regresiva para los hogares colombianos, aumentando el IVA, y extendiendo ese gravamen a productos que antes no lo tenían. En un país serio el señor de marras, hace rato hubiera renunciado como otros tantos ministros que uno ni el nombre les sabe. Totalmente apáticos al pueblo, sin sensibilidad social, porque puede que tengan los conocimientos necesarios, pero si no lo aplican estamos mal.
Como quisiera que este ministro viviera un mes con el sueldo mínimo, o que la flamante Ministra de Educación estuviera un mes en un aula de un colegio público de algún corregimiento del departamento del Magdalena o al decepcionante Ministro de Trabajo, Lucho Garzón con una hoja de vida debajo del brazo buscando puesto. O al admirado Ministro de Salud Alejandro Gaviria, pidiendo cita médica para algún examen de importancia.
A excepción del ministro de Comunicaciones que está haciendo buena labor o la Ministra de Transporte, el presidente debe hacer cambios urgentes. Los ministros no se ven.
No se sienten, se ven distantes. Ñapa. El caso de la señora Rubiela Chivará, quien falleció de infarto en una estación de Transmilenio, es fiel reflejo de esa nefasta ley 100 promovida por ese binomio César Gaviria-Álvaro Uribe, el cual convirtió la salud en lucro, donde unos pocos se enriquecieron en detrimento de la mayoría de ciudadanos y de los especialistas de la salud. La señora Chivará duró más de nueve meses esperando que una tal EPS, llamada Cruz Blanca, la autorizara una cirugía en el corazón. En enero tenía la cirugía y la aplazaron. ¿En qué país inhumano estamos?
Por Tuto Santos Araujo
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@santostuto