Escrito por:
Jacobo Solano Cerchiaro
Columna: Opinión
e-mail: jacobosolanoc@hotmail.com
Twitter: @JacoboSolanoC
El crecimiento que han tenido las redes sociales, se debe en parte a los beneficios que presentan. Cada día más personas las usan para diversos fines, son un medio para conseguir información, intercambiar datos, promocionar una empresa, encontrar personas o emitir noticias antes que los medios tradicionales, como ocurrió con el terremoto de Haití.
No es moda ni un capricho, es real; Facebook y Twitter, son un instrumento positivo que ofrece posibilidades extraordinarias y logran hacer la diferencia en cómo llegar a los demás, recordemos la gran marcha contra las Farc que movilizó tantas personas.
La comunicación en tiempo real genera posibilidades insospechadas y abre nuevos horizontes para las relaciones humanas en un mundo globalizado. Colombia se ubica actualmente en los primeros lugares de redes. Existen aproximadamente 12.071.960 usuarios de Facebook y la firma de investigación de mercados digitales comScore, reveló que en Twitter, ocupa la decimoquinta posición entre las naciones del planeta con mayor penetración.
Pero definitivamente, en lo que son más poderosas las redes sociales, es en la afrenta a los regímenes totalitarios, se han convertido en una herramienta esencial para convocar voluntades en torno a un determinado propósito; las protestas en Egipto son la gran prueba de que estos sistemas cohesionan e intercomunican a las personas, originando una manifestación silenciosa que aumenta constantemente, una bola de nieve, imperceptible para las autoridades y cuando reaccionan e intentan contenerla, es demasiado tarde.
Es por eso que, Hugo Chávez, Hu Jintao, en China, y Mahmud Ahmadinejad, en Irán, tratan de censurarlas e intentan ponerles freno, porque saben lo que representan. A quien no le preocupan para nada, es a Fidel Castro, que tiene al pueblo cubano tan atrasado, que la mayoría de isleños ni siquiera conoce un PC antiguo.
Sin embargo, conviene tener presente que también hay riesgos evidentes en el abuso de su manejo, afectando especialmente a la intimidad de los jóvenes y adolescentes. Los mecanismos de selección de los contactos no impiden el acceso a la información de personas ajenas al núcleo particular del usuario, lo que incluye datos privados, fotografías o documentos que deberían permanecer en un ámbito reservado.
Es imprescindible limitar sus efectos negativos.
Una tendencia, lamentablemente común, es el uso indiscriminado para beneficio propio, o quienes las usan para difamar y amenazar, como hizo Nicolás Castro, que por hacerse el chistoso con Jerónimo Uribe, se mamó un carcelazo.
Un estudio reciente publicado por AT&T, llamado "El impacto de las redes sociales en los negocios" destacó los desafíos que deberán enfrentar, entre ellos la distracción que genera en los empleados y el peligro que presenta para la confidencialidad de la empresa, una amenaza real es para los niños que son fácilmente contactados por personas con intenciones oscuras, en ese caso lo malo no es la red, sino cómo los padres descuidan a los hijos.
La única forma de hacer parte de una red social sólida, es aportando, contribuyendo a su crecimiento con contenidos serios y formativos, teniendo siempre en cuenta que del otro lado de la pantalla se encuentra una persona como nosotros, que puede convertirse en un aliado para tu causa o un enemigo dependiendo de cómo te manejes.