Partidos políticos: Eslabón perdido de la Paz

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Juan Galán Pachón

Juan Galán Pachón

Columna: Opinión

e-mail: prensa@juanmanuelgalan.com



El 2016 traerá cambios políticos e institucionales de gran envergadura. Este año será sin lugar a dudas, de la mayor trascendencia desde el proceso constitucional de 1991, pues aunque los cambios que se proyectan pueden ser transitorios, un acuerdo definitivo ratificado por la ciudadanía, constituiría una nueva realidad para todos los colombianos.

 

Durante los últimos días del 2015, dos acontecimientos concentraron la atención de los medios de comunicación: la aprobación del proyecto de ley para convocar a un plebiscito que permita la refrendación o no, de lo pactado en Cuba; y el anuncio por parte de los negociadores y de las propias víctimas, del consenso alcanzado sobre el quinto punto de la agenda sobre medidas de reparación integral.

Estos hechos, se convierten en coordenadas para la participación de los partidos políticos en el 2016; no solo porque los obliga a tener ideas claras y concretas que transmitan el sentir de sus representados, sino también, porque les da la posibilidad de ser la voz crítica sobre lo que se ha alcanzado y lo que falta por hacer, en la materialización de esa paz estable y duradera que se nos ha prometido.
En el escenario venidero, los partidos políticos interpretarán un rol preponderante, pues podrán ser en realidad la voz de los colombianos y también, la visión crítica del futuro de la paz.

Ese nuevo rol, nos obliga a todos los que estamos en el escenario político, no solo a renovarnos y fortalecer la sintonía con las necesidades y deseos de los colombianos, sino también, a acompañar, como aliados o como opositores, el desarrollo de los acuerdos.

Es el momento de reclamar a los partidos políticos el inicio de una profunda renovación.

Una renovación que permita superar la imagen negativa proyectada, recuperar su valor como institución y eje fundamental del sistema democrático y aplicar medidas concretas de cambio.

Me refiero como lo hemos dicho en otras ocasiones, a la necesidad de que las decisiones internas de los partidos sean el resultado de un debate limpio entre sus miembros y no simplemente de la conveniencia política; la necesidad de volver a las bases electorales para consultar sus expectativas y no seguir siendo empresas que se activan únicamente en campaña bajo intereses personales.

En fin, aquí hay una oportunidad de oro para cambiar, seremos capaces de acoplarnos a los nuevos vientos que soplan en el país?