Campaña por el sí, el no o una campaña de información

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El Pájaro de Perogrullo

El Pájaro de Perogrullo

Columna: Opinión

e-mail: jplievano@outlook.com



Ahora que el Gobierno dio a conocer un nuevo avance en la mesa de negociación de La Habana y que los acontecimientos políticos internacionales han acortado el tiempo de las negociaciones (atentados de París y resultados electorales de Venezuela y Argentina),conviene revisar y especular sobre la manera como se adelantaría una "campaña" por el "sí" o por el "no". El Gobierno finalmente se va a salir con la suya con el mecanismo de refrendación. Poco a poco va a lograr que las Farc se bajen del bus de la Constituyente.

 

También ha logrado, con las mayorías de la Unidad Nacional, la aprobación del Plebiscito de "sí" o "no". Como lo he dicho en anteriores oportunidades, este mecanismo es una trampa por diferentes razones, pero ahora miremos el porqué desde el punto de vista de las campañas del "sí" o del "no". Una campaña del "sí" es relativamente fácil, pero desafortunadamente indirecta y etérea.

Se usarían frases de cajón o "slogans" cortos y entendibles como son: "terminaríamos años de guerra", "el país crecería más", "permite la reparación de las víctimas", y "comporta verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición", etc. Apelarían además a los más puros y sublimes sentimientos humanos: paz, reconciliación, amor, perdón, etc.

Tratándose de  una campaña sucia, simplemente dirían que los que apoyan el "no" son los enemigos de la paz y amigos de la guerra y son los que han ganado y continuarán ganando con la "guerra", y por ello no quieren la paz.

 A los del "no" los tildarán de guerreristas, fachos y hasta nazistas. Pero será, como lo dije, una campaña "light". Tratarán de hacer ver las bondades de la paz a nivel macro, en donde se magnificarían los posibles réditos de la paz, sin entrar a detallar e informar cada acuerdo o lo que podría significar desde el punto de vista institucional cada uno de ellos. Hablarán y explicarán lo menos posible los acuerdos.

Qué fácil campaña. Me recuerda la manera de vender una aspiradora de las ultramodernas, donde después de las pruebas de limpieza del hogar el 99% de los clientes potenciales incautos terminan comprando una aspiradora que no necesita. La campaña por el "no", por el contrario, es un tiro por la culata. Decir que no se vote a favor es indefendible con frases de cajón o "slogans". Tiene que ser una campaña profunda y no "light". Cada aspecto de los acuerdos debe ser explicado en sus méritos y en sus posibles dificultades en su implementación real.

Deberá explicársele a los electores lo que estarán entregando y lo que significaría para cada uno de ellos y el país, su aceptación. Muchas veces esas explicaciones caerían en temas filosóficos y jurídicos complejos, que llevarían a temas teóricos y elucubraciones, lo cual implicará que muchos puedan pensar que los del "no" simplemente dicen que no porque no. Dada esta asimetría, el Gobierno Nacional debería simplemente limitarse a informar el contenido de los acuerdos. Se trataría entonces de informar de manera adecuada a los electores el contenido de los acuerdos y no de manipular, con el presupuesto y la propaganda oficial, haciendo uso de los posibles réditos intangibles de la paz, para que se vote por el sí.

Ya sería labor de los partidos, sin influencia del presupuesto y del Gobierno Nacional, los que deberán buscar apoyos para el "sí" o para el "no", pero esto también se debe realizar en el terreno de la información relacionada a los cambios y las consecuencias institucionales de cada aspecto de los acuerdos, y no con frases de cajón o "slogans" que busquen explotar de una manera "light" o facilista los réditos intangibles de la paz.