La experiencia de Venezuela

Columnas de Opinión
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Por fin los venezolanos -al igual que los bogotanos-, tomaron conciencia y derrotaron con su voto al destartalado gobierno de Nicolás Maduro. El retroceso de la economía es de tal magnitud, que les va a costar unos veinte años, recuperar el descalabro productivo de esa nación.

 

El funesto modelo productivo bolivariano, que han tratado de imponer en Colombia, los negociadores de las Farc en la Habana y algunos simpatizantes chavistas como Gustavo Petro, Piedad Córdoba e Iván Cepeda, fue un fiasco total. El deterioro del aparato productivo interno, producto del desacierto de las políticas de expropiación de tierras, eliminación de aranceles y poco incentivo al crecimiento de la agricultura nacional, ha traído como consecuencia que Venezuela esté importando el 79% del maíz amarillo que se consume en el país, el 58% de la carne, 56% en azúcar, 54% en arroz, 46% de maíz blanco, 46% de café, aceites y leche, entre otros.

Estos son los errores que no podemos cometer en nuestro país. La política agrícola, pecuaria y forestal, debe ser a futuro, un modelo de desarrollo productivo que impulse tanto la agricultura familiar, como la empresarial. Es decir, que la una, no excluya la otra.

Decía Abrahán Lincoln, que "no se puede ayudar a los pequeños aplastando a los grandes, no se puede fortalecer al débil debilitando al fuerte, no se puede mejorar al pobre destruyendo al rico, no se puede promover la fraternidad y el progreso de la humanidad promoviendo e incitando el odio de clases, no se puede elevar al asalariado oprimiendo a quien paga los salarios y no se puede ayudar a los hombres, realizando por ellos permanentemente, lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismo". Esto es precisamente, lo que algunos "Comunistas del Chicó", dirigentes políticos y medios de comunicación deberían dejar de suscitar a ver si comenzamos un proceso de perdón, justicia y reconciliación en este país.

Volviendo al tema de Venezuela, todos sabemos que ese viacrucis que están viviendo es consecuencia del abuso del poder político y judicial, la desigualdad social y el nivel de corrupción pública tan alto que existió antes de Chaves. Acá también ha ocurrido lo mismo y por eso existen las guerrilla.

Claramente, Venezuela va a tener una segunda oportunidad y los colombianos somos los llamados a brindarles nuestro apoyo para salir a adelante. Las crisis hay que convertirlas en oportunidades. Es el momento de iniciarla tarea -desde la Cancillería y los ministerios de Comercio y de Agricultura- de buscar unos acuerdos comerciales que permitan recobrar la confianza en los negocios y recuperar el mercado de bienes perecederos, duraderos, industriales y de servicios que operaban con ciertas ventajas comparativas para ambas economías. Ecopetrol, podría recibir petróleo barato a cambio de las exportaciones de alimentos y luego, con la venta del mismo, paga el producto a los exportadores.

A buena hora, hemos iniciado en nuestro país un revolcón a la institucionalidad agrícola y se ha instituido una política de incentivos a la producción nacional a través del plan "Colombia Siembra" del ministerio de Agricultura. Solo falta que el Congreso apruebe Ley Zidre y se financie a través del Banco Mundial y el BID, la construcción de varios embalses y canales de riego en varios centros de producción agrícola del país, para abastecer de alimentos el mercado nacional y el de Venezuela.