Democracia secuestrada

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Francisco Galvis Ramos

Francisco Galvis Ramos

Columna: Contrapunto

e-mail: contrapunto@une.net.co



Nadie entiende, yo sí, como un candidato a la Alcaldía de Medellín termina derrotado en las urnas después de venir ganado casi todas las encuestas y por ventajas considerables.

 

De períodos atrás y no solamente en los comicios de octubre, las elecciones de nuestros alcaldes se han visto interferidas, a la más última de las horas, con raudales de dinero de un sector de la plutocracia local (caso Aníbal Gaviria cuya elección fue legal pero no legítima) en detrimento de Luis Pérez Gutiérrez y la acción decisoria de las bandas, no de músicos, que asuelan varias de nuestras Comunas.

Con franqueza les digo que el revés de la candidatura de Juan Carlos Vélez Uribe tuvo su origen, no lo duden, no en la falta de recursos y arraigo popular, sino en el accionar de combos de maleantes que, de una parte, se ponen de lado del mejor postor y que, de otro lado, se revolcaron como culebras en quema ante la inminencia de un mandatario que con valor civil los metería en cintura.

Y ni se crea que voy a culpar de ello al alcalde electo, un ciudadano limpio y competente en cuyas manos queda bien la ciudad, pero si a fuerza oscuras, que también se dan en política, que contribuyen a secuestrar la Democracia con la misma efectividad de los bandidos, diría que al unísono.

Llevo no sé cuántos años, pero son bastantes, inmerso en la actividad política como animador de procesos y no como su usufructuario, lo que me da para afirmar con cierta autoridad que la política se asemeja bastante al barril de los puercos. Si me mantengo en ella es porque creo con firmeza que nunca será tarde para contribuir a darle nuevos rumbos.

Además, porque como lo dijo Gilberto Álzate Avendaño, la política se la hace o se la sufre, agregando yo que teniéndola que sufrir inexorablemente, es mejor padecerla por cuenta propia que por cuenta exclusivamente ajena.

Pero hay algo que reconforta de los resultados de octubre, como que ciertos congresistas con curules de favor no lograron elegir ni medio diputado, lo que augura que la baraja en el Centro Democrático será a otro precio con miras a las elecciones de Congreso. Para ejemplo contrario citaría el hecho de la clamorosa elección de la diputada Ana Cristina Moreno, estorbada por todo el mundo, pero con el apoyo de un equipo de voluntarios hecho de la nada por Carlos Humberto García y el suscrito.

Vamos a mantener viva y a consolidar esa fuerza que irrumpió con voluntad impetuosa hacia el interior del Partido y vamos a proponer candidatos propios a Senado y Cámara, porque nada nos ata a los ya establecidos. Tenemos la gran ventaja de ser solo uribistas y para nada nos interesan las tensiones vitandas.

Tiro al aire: las batallas son para darlas sin que importen los resultados y, sí son favorables, cuánto mejor.