No botemos el voto y pensemos a nivel nacional

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El Pájaro de Perogrullo

El Pájaro de Perogrullo

Columna: Opinión

e-mail: jplievano@outlook.com



Finalmente, el próximo domingo son las elecciones regionales. Los ciudadanos deberán escoger sus gobernantes locales a conciencia para no botar su voto, pero también deberán pensar en el ajedrez político que se configurará a nivel nacional. Por ello no debemos botar el voto y debemos pensar a nivel nacional. Y botamos el voto de varias maneras. En primer lugar, botamos el voto cuando nos abstenemos de votar.

 

Otros eligen. Otros nombran al mandatario que tomará decisiones trascendentales de nuestra vida en comunidad. Sino votamos no podremos quejarnos sí quien resulta elegido hace mal la tarea, pues él o ella resultó elegido(a) precisamente porque no votamos. En segundo lugar, botamos el voto cuando votamos por aquellos que compran votos.

Los votos simplemente los compran con la plata de nuestros impuestos la cual debería estar invertida en infraestructura y educación y no en capital de trabajo de empresas políticas corruptas. En tercer lugar, botamos el voto si votamos por alguien que está de moda o que vimos en la televisión y no entramos a analizar sus propuestas.

Las propuestas deben ser parte determinante de nuestra decisión de voto. Por ello, debemos hacer una debida diligencia para saber cuáles son las propuestas de los candidatos, cómo se van a ejecutar y  cómo se van a financiar.

Esto implica igualmente analizar si son jurídicamente viables, es decir, si están dentro del marco de la Constitución y la Ley. Muchos prometen cosas inviables, ya sea porque no se pueden hacer jurídicamente o simplemente se carece de los recursos para su ejecución. Finalmente,  botamos el voto cuando votamos por gente con condiciones éticas dudosas, conforme son repetidamente investigados por las "ías". Claramente, existe el principio de presunción de inocencia, pero si "el río suena piedras lleva". En realidad, hay personas reconocidas por sus triquiñuelas, delitos no probados y embustes.

 Quitémosles el apoyo para que no sigan haciendo  de las suyas. Y no sólo hay que pensar en la Ciudad o Departamento que queremos, sino también en el País que queremos, por cuanto en estas elecciones también se está jugando la fortaleza de los partidos a nivel nacional.

 Un partido a nivel nacional es fuerte si tiene representación local y por ello podrá exigirle al Gobierno la implementación de políticas nacionales que beneficiarían a la comunidad local. 

De hecho, nuestro voto el próximo domingo va mucho más allá de temas de movilidad, educación, salud o espacio público a nivel local. Sobre el tapete están políticas nacionales, principios de estabilidad institucional y respeto a la Constitución y a la Ley y, por supuesto, el debate político, la aprobación y la implementación de lo que se acuerde con las Farc. Recordemos que todos los partidos de la unidad nacional  -y en cierta medida el Polo y los Verdes- hacen parte de la coalición de gobierno de "aprobemos-todo-sin-debate" o de "aprobemos-todo-que-es-por-la-paz" para que las Farc sean los ganadores y la institucionalidad, el país y los ciudadanos los perdedores de  los indignos y espurios acuerdos de La Habana.

Por ello es importante votar no solamente por lo que significa en ideas y programas la elección de uno u otro candidato a nivel local, sino lo que significa la elección de uno u otro candidato a nivel nacional, por cuanto las elecciones locales determinarán la fortaleza de los partidos a nivel nacional y con ello se decidirá el mismo rumbo del País.  Salgamos entonces a votar, no botemos el voto y pensemos a nivel nacional.