Recordando a Porfirio Barba Jacob

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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Considerarse a sí mismo 'pomposo', 'engreído', 'delirante' y 'prestidigitador' es muestra de férrea personalidad; pero también puede denotar inseguridad y deseo de anticiparse a los conceptos que los demás tienen de uno mismo. Ese parece ser el marco que aparentemente cercó la vida de Porfirio Barba Jacob, aunque, como veremos más adelante, este poeta colombiano deseó vivir tan libre como el viento, según lo expresa en múltiples poemas.

Miguel Ángel Osorio tuvo una vida aventurera, pues fue un vagabundo incapaz de echar raíces en sitio alguno. Su nombre no nos diría nada si no supiésemos que cobija al gran poeta Porfirio Barba Jacob, nacido en Santa Rosa de Osos el 29 de julio de 1883. Nos dejó, entre su producción literaria un florilegio de versos magníficos entre los cuales se engarzan los conocidos bajo el título 'Canción de la vida profunda'.

Barba Jacob fue periodista. Militó en todas las corrientes políticas y llevó una vida errante por varios países de Latinoamérica; de cada uno de ellos lo expulsaron por problemas políticos. Fue poeta modernista, aunque rebasó esa tendencia en busca de mayores libertades. Por eso expresaba: "Y nosotros, los míseros poetas, / temblando ante los vértigos del mar, / vemos la inesperada maravilla / y tan solo podemos suspirar".

La actividad azarosa de Barba Jacob le exige una lírica que cuestiona la incertidumbre de la vida y lo obliga a inquietarse ante las dudas, rebeldías y a formularse grandes preguntas. Así nace 'Canción de la vida profunda', donde el poeta pone de presente su frenesí amoroso, su pánico visceral frente a la vida y su compenetración con la naturaleza. Por eso escoge un símbolo eternamente cambiante como es el tiempo; el día, concretamente. De esa manera exterioriza los propios vaivenes de su alma sumamente voluble: "Hay días en que somos tan móviles, tan móviles, / como las leves briznas al viento y al azar". Pero la inestabilidad de Barba Jacob también recorre los días en que somos 'tan lúgubres', 'tan sórdidos'… "un día en que levamos anclas para jamás volver".

Sin embargo, la esperanza no está ausente en la poesía de Barba Jacob. En los mismos versos de 'Canción de la vida profunda' intercala gritos de alegría: "Tal vez bajo otro cielo la gloria nos sonría. / La vida es clara, undívaga y abierta como el mar". "Somos tan fértiles…", "tan plácidos…"

Barba Jacob fundó numerosos periódicos y revistas en Colombia, México, Guatemala, Honduras, El Salvador. Algunos años estuvo en el diario El Espectador. En el periódico mexicano Excélsior escribió durante varios años una columna titulada 'Perifonemas' con una prosa "sin rival en el periodismo de América", según la opinión de expertos. Sin embargo, consideró su actividad periodística solo como medio de subsistencia. Amigos suyos se encargaron de publicar sus poemas.

Pertenecen también a la producción lírica de Porfirio Barba Jacob 'Parábola del retorno', 'Poemas intemporales', 'La tristeza del camino', 'Canción innominada', 'Los desposados de la muerte', 'Nueva canción de la vida profunda', 'Lamentación de octubre', 'Canción de un azul imposible', 'Canción de la soledad', 'Balada de la loca alegría', 'Soberbia', 'Acuarimántima' y, entre otros, 'Futuro', poema que contiene los versos "Decid cuando yo muera… (¡y el día esté lejano!): / soberbio y desdeñoso, pródigo y turbulento / en el vital deliquio por siempre insaciado, / era una llama al viento y el viento la apagó".

No quisimos que finalizara este mes sin mencionar al poeta atormentado, que murió en México el 14 de enero de 1942



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