¿Por quién votar en elecciones locales de Alcaldías?

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El Pájaro de Perogrullo

El Pájaro de Perogrullo

Columna: Opinión

e-mail: jplievano@outlook.com



Se nos vienen las elecciones locales en donde elegiremos gobernadores y alcaldes. Se elegirán además diputados y concejales, que a veces, dependiendo del Departamento y la Ciudad y su dinámica política, son más cargos decorativos que verdaderos artífices del control político o protagonistas en la  discusión y aprobación de los planes y programas de desarrollo. Sin duda alguna, en nuestro Estado Social de Derecho de la Constitución de 1991, el municipio es el centro neurálgico de la democracia.

 

 Este ente político es fundamental  y es el más cercano a los ciudadanos, por lo cual es el destinado por la norma constitucional a satisfacer sus necesidades inmediatas.

Así, al municipio le corresponde prestar los servicios públicos, realizar las obras de infraestructura urbana, desarrollar el territorio y promover el bienestar  social y cultural de los habitantes.  Y esto no es tarea sencilla ni de poca monta. Para esto se requieren alcaldes probos y preparados que no solo conozca las necesidades de los habitantes, sino también tengan la capacidad de adoptar y ejecutar las obras o políticas públicas apropiadas y orientadas a satisfacer dichas necesidades. Por lo anterior, debemos escoger bien.

 Los electores de manera consiente e independiente deberán analizar y responder a las preguntas del "qué y cómo lo hará", quien resulte favorecido con su voto en la administración municipal, conforme a que por quien votar dependerá no solo de las condiciones propias, de la trayectoria y de la talla de cada uno de los candidatos, sino también del "qué y  cómo lo hará". Claramente existirán diferencias en la talla intelectual, gerencial, moral y ética de los candidatos. Algunos serán gordos y otros flacos, y otros altos y otros bajos, en su estampa gerencial, intelectual, ética y moral y será deber del elector separar el polvo de la paja.

 También deberán los electores analizar el "qué y cómo lo hará" en el discurso de los candidatos integralmente para que el qué hacer vaya acompañado de cómo hacerlo (eficiencia administrativa, dialogo y concertación, controles, recursos, etc.),de manera que los ofrecimientos no se queden en simple retórica electoral. En un discurso político coherente es lógico indicar que las Alcaldías deben manejarse como empresas, administradas por gerentes, ser eficientes en los gastos y en la ejecución de los planes de desarrollo, contar con funcionarios capaces  y no ser manejadas como fortines políticos para el reparto de la burocracia y los contratos.

Pero esto no es la única parte del discurso que deben manejar los candidatos. Faltaría responder el "qué y cómo lo hará" en la administración municipal (voto programático y recursos), lo cual es fundamental en una carrera democrática, especialmente a nivel local, dada cuenta de que a la gente no se le puede hablar en abstracto. Los habitantes de Santa Marta, Ciénaga o cualquier otro municipio del Magdalena requieren soluciones concretas a sus problemas y necesidades, no discursos vacíos. 

Por ello, los candidatos de los partidos y movimientos políticos deben decirles a sus electores "qué y cómo lo harían" en la administración municipal para satisfacer las necesidades de la comunidad y que los electores pueda votar con base en los programas políticos presentados y los elegidos sean responsables de la ejecución de sus promesas electorales. ¿Por quién votar? Por la persona proba y preparada que garantice la ejecución del programa presentado a la comunidad que satisfaga sus necesidades (el "qué y cómo lo hará").