El procurador (Opinión)

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Escrito por:

Tuto Santos Araújo

Tuto Santos Araújo

Columna: La Columna de Tuto

e-mail: tutinoaugusto@yahoo.es



Millones de colombianos desean la paz en nuestro país. Campesinos, intelectuales, empresarios, ganaderos, actores, desplazados, recicladores, tenderos, personas al margen de la ley.

Así mismo madres comunitarias, viudas y huérfanos víctimas del conflicto, cachacos, costeños, santandereanos, vallunos, llaneros. La lista es larga.

Empero, también hay sectores, poquitos pero -súper poderosos- que no la quieren ni la añoran ni muchos sueñan.
Es mentira que todos los colombianos deseen la paz. Existen muchos poderes que se benefician de la guerra.

El que vende la comida a los soldados, el que hace los uniformes, el que fabrica las botas. Igual los que venden las armas, los que prestan asesorías, en fin, muchos sectores, que verían afectados sus intereses monetarios si se llega a feliz término los acuerdos de La Habana.

también muchos políticos que por oportunismo electorero se arropan con la paz, pero no tienen empacho más adelante unirse a los tambores de la guerra -remember, Roy Barreras-

Un alto funcionario del Estado que es piedra en el zapato de los diálogos es sin duda el señor Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez. No hay día de por medio que tan importante funcionario no se vaya lanza en ristre contra el proceso, excusa sus críticas en la "Función Preventiva" que está entre sus funciones, al igual que sancionar disciplinariamente a los servidores públicos y abogar por el respeto de los derechos humanos.

La Procuraduría es quien nos representa como ciudadanos ante el Estado. ¿Es función del señor Procurador, torpedear el proceso de paz?

Desde luego que el Procurador no es garante de la defensa de los derechos de los ciudadanos, ya lo ha dejado ver con sus críticas al aborto en tres casos específicos y en las relaciones de parejas gays, en las cuales ha sido enemigo acérrimo.

Contrasta Ordoñez, con las épocas de Edgardo Maya -cuya esposa la inolvidable Cacica, murió en un fallido intento de rescate- y jamás en plenos diálogos del Caguán, se le escucharon críticas al proceso.
Tanto él como el Fiscal están en un tono y actitud, que demuestra lo frágil que es nuestra democracia.