El invierno del 2010 al 2011

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Tovar Delgado

José Tovar Delgado

Columna: Opinión

e-mail: jatovar1@hotmail.com



El invierno en Colombia del fin del año pasado y principio del presente año 2011, ha sido uno de los más intensos de los últimos tiempos en nuestro territorio. Nos ha traído inmensas desgracias de todo orden; como pueblos completamente inundados y hasta destruidos como es el caso de Gramalote, en Norte de Santander, que nuestro presidente el doctor: Juan Manuel Santos Calderón, ya ordenó su reubicación y reconstrucción en un lugar seguro incluyendo el traslado de la estatua del ex- presidente conservador Laureano Gómez, a ese lugar para instalarla como siempre ha lucido en su plaza principal.

Hemos recibido la ayuda de todos los países del mundo, empezando por nuestros vecinos que en todo momento han estado con nosotros dándonos el aliento y los medios que necesitamos para soportar esta tragedia, pues hemos visto a tantos pueblos y ciudades parcial o totalmente destruidos, que nos asustamos pensando en su futuro y en la suerte de sus habitantes que por lo general es gente muy humilde, que vivía en casas no aptas para estas clases de emergencias y que ahora se encuentran desoladas sin el hogar para refugiarse con su familia.

Podemos decir que esta tragedia es: una tragedia anunciada. Pues todo el mundo sabe las consecuencias que nos trae un invierno tan intenso, como el que acabamos de pasar, porque hemos atentado contra la naturaleza en muchas regiones; rellenando lagos, y muchos pueblos han construido las viviendas muy cerca de las orillas de los ríos, lagos, y quebradas con la expectativa del peligro en cualquier momento de la vida.

Le pedimos a los gobiernos, Nacional, Departamental, y Municipal que unan esfuerzos para que esta tragedia que nos ha costado tantas desgracias en vidas humanas y económicas, nunca nos vuelva a suceder y que se ordene de inmediato la canalización y limpieza de todos los ríos y las fuentes de aguas que existen en nuestra Colombia hermosa, además que se vigile y prohíba la construcción de viviendas en sitios no aptos para la vida humana.

Quiero solidarizarme con las poblaciones colombianas que sufren en la actualidad, especialmente con los pueblos de mi querido departamento del Magdalena y toda nuestra costa Atlántica, y decirles que estoy con ustedes en estos difíciles momentos y que seguiré pidiéndole al Todopoderoso para que vengan mejores días y para que se vuelvan a levantar de la nada como estoy completamente seguro que será, para que recuperen lo perdido, para que renazca la otra Colombia solidaría y de progreso como conocemos a su gente y para seguir en el duro camino de la vida ayudándonos con la solidaridad que nos ha caracterizado por siempre.



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