El video de Silvestre Dangond

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Escrito por:

Tuto Santos Araújo

Tuto Santos Araújo

Columna: La Columna de Tuto

e-mail: tutinoaugusto@yahoo.es



La controversia del primer mes del año corrió por cuenta de Silvestre Dangond, que en un evento acaecido el 25 de diciembre, en un popular corregimiento del Cesar, un niño se subió a la tarima y le cantó, por lo cual la estrella, en un acto racional, le obsequió 300.000 pesos y de paso le agarró los genitales.

El video donde se observa lo sucedido, ha sido el más visto en los últimos días, el cual ha tenido ribetes a nivel nacional; una conocida senadora pidió al cantante que se excusara, un ex magistrado lo denunció penalmente por abuso sexual y la Procuraduría pidió que se le investigue.

Aquí en la Costa, han minimizado el hecho. Que esa es nuestra cultura (que para nada es cultura), que somos mamadores de gallo (y de ron), pero evidentemente, el cantante de la llamada ola del vallenato -reconozco que cuando escucho alguna canción, me confundo y no sé cuál de tantos cantantes la interpreta-, se equivocó, así como se equivocó, cuando ahí mismo, expresó que ganaba tanta plata que la podía utilizar de papel higiénico. (¡Hágame el favor, típica frase de nuevo rico¡).

Dangond, debe entender que es una figura pública, con mucho éxito y a quien expertos en vallenatos, lo catalogan todo un fenómeno. Ojalá sepa manejar sus triunfos y no le suceda lo de Diomedes Díaz, quien cayó en tentaciones y excesos, en lujurias y vanidades y hasta envuelto en un asesinato, pero quien sigue gozando de seguidores, hecho que refleja que sus admiradores no separan la estrella de la persona.

Igualmente, sabemos por los medios que el niño víctima del jueguito, es huérfano de padre y que su tía y abuela son quienes responden por él, pero ¿qué hacía ese impúber en plena alborada en medio de una partida de borrachos? Tengo una respuesta: muchos niños, generalmente pobres, idealizan ser futbolistas, actores o cantantes para salir de la pobreza, porque cada rato en televisión le muestran los esfuerzos de sus ídolos para llegar a la fama, claro, junto con excentricidades como casas costosas, fiestas ostentosas, viajes, mujeres hermosas a su lado, pistolas y buenos automóviles.

Salir de la pobreza es la meta de muchos menores ante un Estado que los ignora y el cual debe ser garante en salvaguardarlos, porque un niño debe es estar estudiando, leyendo un cuento infantil o ejercitando el canto pero en un conservatorio, no en una tarima.

Y, que este hecho le sirva de lección al escandaloso cantante para que sepa que no todo le está permitido por mucha fama que tenga.

Ñapa. Un ejemplo de la catadura y el cinismo de algunos gobernantes, lo representa el alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, pasó sus vacaciones en Miami, mientras la ciudad se desmorona por el norte, por el sur y por todos lados.