Es de conocimiento de todos, que en Inglaterra se jugó por primera vez el fútbol moderno. Pero también es de saber común, que en Suramérica se juega el fútbol más alegre y vistoso del mundo.
Hace un año fuimos testigos de la increíble 'garra' de los equipos latinoamericanos, frente al favoritismo y poderío europeo.
No hubo mucho que hacer frente a la superioridad y el juego formidable de Alemania, pero un dato quedaba en la historia: era la primera vez que una selección europea ganaba una Copa del Mundo en territorio americano.
Haber vuelto el fútbol un baile popular, haberlo vuelto un deporte de todas las clases, haberlo mezclado con la samba y la cumbia, dio sus réditos. Logramos convertir un simple deporte, en una obra de arte, en un baile fantasioso.
En Suramérica, existe la virtud de que los jugadores no sólo jueguen por el afán del marcador y el título, sino que se despreocupen de ello para dedicarse a fantasear con el balón, como en las mejores épocas de la niñez.
La disputa entre quién es el mejor jugador de la historia, está entre un brasileño y un argentino: solamente con esto, se demuestra qué papel ocupamos en la historia del fútbol.
Para anotar otro dato: las mejores ligas de Europa, contienen en la mayoría de sus más costosos fichajes a jugadores suramericanos.
Este continente enriquece y engrandece las ligas más seguidas y aclamadas del mundo. Con estas apreciaciones, damos inicio a la Copa América, confiando como siempre en ver el fútbol más alegre, no sólo en el césped, sino también en las tribunas, en las calles, en los bares.
Esperemos que la violencia, que hace parte de los errores por enmendar en el fútbol sudamericano, no sea protagonista ni ingrediente de esta memorable edición.
Se abre la Copa con el juego Chile-Ecuador y desde ese instante disfrutaremos de casi un mes de fútbol sudamericano. ¡Que la alegría sea la campeona de la Copa América Chile 2015!
