El aumento del salario mínimo

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Escrito por:

Carlos Bustamante Barros

Carlos Bustamante Barros

Columna: Columna Caribeña

e-mail: cm-bustamante@hotmail.com



Al momento de escribirse el presente artículo periodístico, el señor ministro de hacienda Juan Carlos Echeverri anunció a los medios que el aumento del salario mínimo para el año 2011 en Colombia quedó establecido mediante el Decreto 4834 del 30 de diciembre del 2010, emanado del Gobierno Nacional en $535.600 pesos, es decir, se reajusta el esperado incremento en un 4% igual a $20.600, más el subsidio de transporte equivalente $ 64.000, todo lo anterior surge luego de haber fracasado la comisión permanente de concertación entre los representantes del Gobierno Nacional , los empleadores y trabajadores en que después de amplias deliberaciones no se logró un consenso para fijar el salario mínimo que debía regir a partir de enero de la anualidad cursante. 

Todo parece indicar que el alza definitiva del aumento salarial en el 4% decretada por el Gobierno Nacional obedece al aumento de la inflación generada por el crudo invierno que azota el país que generaron aumento de precios en el precio de los alimentos y transporte rebasando con ello los cálculos iníciales del ejecutivo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) estimados en el 3% lo cual no se cumplirían por razones obvias porque la anegación de aguas lluvias que inunda los campos y veredas de la patria terminaron con pérdidas millonarias calculadas en $750.000 millones de pesos, ocasionando ruinas a los campos y sembradíos colombianos, con el paso silencioso pero avasallador de las aguas desbordadas de sus lechos madres. 

Los cálculos iníciales del aumento de la inflación en nuestro país estimados en un 3%, por académicos y economistas consumados, terminaron a la postre errados así como los guarismos argüidos insuficientes con los registros porcentuales actuales en materia inflacionaria, por la súbita aparición de la fuerte ola invernal a finales del año anterior, que obligó al gobierno de turno efectuar modificaciones a los incrementos salariales del 3.4% al 4%, adecuándola con ello muy tímidamente a la evolución de los tiempos actuales.

Es necesario anotar que el aumento salarial registrado no alcanzará a disfrutarse por los cuatro millones de obreros colombianos debido a los incrementos registrados con el advenimiento del nuevo año que abarca servicios públicos, transporte, gasolina, lo que de hecho supera con creces los aumentos salariales decretados por el gobierno, además es necesario indicar que las cifras suministradas por el Dane del 3% para el aumento de la inflación en el 2011, es realmente muy por debajo de la realidad que se cree supera el 5%.

Lo enunciado con anterioridad indica que el aumento del salario mínimo en nuestro país es insuficiente porque como ya se dijo la inflación supera con creces el 4% decretado por el gobierno de turno, lo justo hubiera sido decretar incrementos de los sueldos por lo menos en un 10% para de esa manera amortiguar las diferentes alzas registradas en la canasta familiar, pensiones de colegios, transporte, servicios públicos, útiles escolares, que empieza a mostrar destellos onerosos inflacionarios reduciendo con ello el poder adquisitivo de la moneda colombiana.

La realidad económica de nuestro país en materia inflacionaria es muy distinta a los diferentes guarismos suministrados por entidades especializadas para estos fines como lo es el Dane, esto es una constante de vieja data, las cifras optimistas suministradas por el citado órgano estatal no son convergentes con la realidad registrada en nuestro país, todo lo contrario están alejadas de cifras aproximadas, en que la carestía de vida de los productos básicos de la canasta familiar campea por doquier por encima de los precios fijados creando especulaciones injustificadas aún antes del crudo invierno que azota las cinco regiones que conforman la patria.

De las centrales obreras colombianas, que supuestamente debían defender los intereses de los trabajadores incluyendo los aumentos salariales mínimos, hay que manifestar que han perdido mucha fuerza durante los últimos años en nuestro país, por diversas causas entre las que se cuentan el exterminio continuado de su dirigencia, corrupción de su órgano representativo, que ha logrado con el paso de los años fosilizarla a nivel de paria, es verdaderamente una frustración que se ve reflejado en el escaso poder de convocatoria a huelgas a las que nadie asiste, por ello no existe posibilidad de que la clase trabajadora de nuestra nación pueda en algún momento restaurar sus justos derechos con las diferentes organizaciones obreras actuales en sus diferentes siglas conocidas, minimizando de ese modo la esperanza de aumentos salariales justos.

El mundo y la vida siguen su curso…