Así se observa a simple vista en este sector del otrora hermoso y ecológico corregimiento. La Curaduría resolvió otorgar licencia para construir en una curva de la sinuosa carretera por donde bajan las escorrentías de los cerros.
Las obras avanzan a buen ritmo, derribando los árboles. El constructor también ha cortado los troncos al gran bambú que se alza al borde del camino, poniendo en peligro su estabilidad.
Es triste observar este tipo de espectáculos en los que Corpamag, como autoridad ambiental debe intervenir.
