Ojalá en la ciudad existiera un auténtico organismo sancionatorio que multara a los ciudadanos que no quieran a Santa Marta y que atenten contra ella y pongan multas económicas ejemplarizantes para que los samarios y los que viven en nuestra ciudad, no hagan lo que ilustra la fotografía. Deberían comenzar por la carrera 19 con 22 donde los resientes no esperan a que pase el carro recolector.